Encontré un artículo académico de movilidad social, realizado por la Universidad Andrés Bello, llamado “Estudio Nacional de Movilidad Social Multidimensional UNAB”, me pareció bastante interesante debido a que frecuentemente hablo con mi madre, una profesora jubilada, sobre las oportunidades que ella tuvo en sus tiempos, las oportunidades que yo pude aprovechar y finalmente, sobre las oportunidades que eventualmente podrían tener mis hijos.
La situación sobre la movilidad social, se puede estudiar y analizar entre generaciones, a lo cual el estudio llego a algunas conclusiones interesantes, que comienzan a evidenciar un diagnóstico, como que, en algunas áreas o dimensiones, nuestros padres estaban mucho mejor que nosotros, y en otras mucho peor.
Como estudio académico, existe un método lógico de investigación, con un proceso de encuesta, una muestra, para llegar posteriormente a las conclusiones, entre ellas podemos encontrar algunos indicadores que sobresalen, que dan para pensar en nuestro modelo de sociedad actual.
Principalmente en el estudio destaca que por ejemplo mi generación, tiene un mejor acceso a la educación superior y a la educación en general, con una tasa de más licenciados de cuarto medio, con un gran porcentaje de titulados que son los primeros universitarios de su familia. En términos de vivienda, también hay avances con mejores condiciones de habitabilidad, y con mayor disponibilidad de metros cuadrados por persona, antes era común compartir la pieza entre muchos hermanos.
Sin embargo, también hay conclusiones que preocupan entre las generaciones, la primera que destaca, esta también relacionada con la vivienda, con un notorio retroceso entre generaciones de acceso a la casa propia, donde mayoritariamente la generación anterior, tenía mayor facilidad de acceso a la vivienda propia, y la segunda generación en estudio tiene mayores índices de arriendo, sin poder concretar, por diversos factores pagar un dividendo.
La última y quizás, la más perturbadora, es la sensación de seguridad que afecta a todos por igual, pero que si sacamos una radiografía a la misma edad de 40 años, como lo hace el citado estudio, si comparamos los mismos 40 años míos, con los mismos 40 años de mi madre, es la seguridad ciudadana, la seguridad del barrio, la ciberseguridad, y por consiguiente la sensación total de inseguridad que se vive día a día.
Como sociedad, en relación directa con sus decisiones electorales, de poner en cargos de elección popular a diversas personas y sectores políticos, ha mejorado en parámetros como educación, y cada vez más familias no esten hacinadas; pero por otra parte, esos avances y grandes logros, se ven opacados y contrarrestados, con tener serios problemas de acceso a la casa propia; que es la gran meta de la clase media, tener una casa que dejar de herencia o como forma de inversión, y con enfrentar a su vez, a una delincuencia de todo tipo, delincuencia en la calle, estafas telefónicas, robos por medio virtuales y otros tipos.
Avanzamos dos pasos, pero retrocedimos dos, en política, las demandas insatisfechas generan un caldo de cultivo, que deben ser tratadas por especialistas, pero especialistas con calle, los académicos hacen su aporte, pero la conexión con la ciudadanía, la hacen los políticos que debemos elegir.