En las últimas décadas, la urbanización y el aumento del parque automotriz en Punta Arenas, han transformado la ciudad en un espacio más dinámico y lleno de vida. Sin embargo, este crecimiento ha traído consigo una serie de desafíos, entre los que destaca la seguridad vial. Uno de los factores más preocupantes y peligrosos en las calles de Punta Arenas es el uso del celular mientras se conduce, una práctica cada vez más común y que pone en riesgo la vida de conductores, pasajeros y peatones.
El uso del celular al volante se ha convertido en una de las principales causas de accidentes de tránsito en todo el mundo. Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el riesgo de sufrir un accidente se multiplica considerablemente cuando el conductor utiliza su teléfono móvil para hablar, escribir mensajes o consultar aplicaciones mientras maneja. Este fenómeno también ha llegado a las calles de Punta Arenas, una ciudad con características particulares: carreteras angostas, poco tráfico en comparación con otras grandes urbes y condiciones climáticas extremas, que hacen que la concentración y atención al volante sean aún más cruciales.
Uno de los principales problemas de la distracción por celular es la pérdida de atención. Al utilizar el teléfono móvil, el conductor desvía su foco de lo que ocurre en el entorno inmediato. Ya sea contestando un mensaje de texto, revisando una notificación o simplemente hablando por teléfono, la mente de la persona se ve fragmentada. Aunque parece una distracción inofensiva, la realidad es que tan solo un segundo de desatención puede ser fatal. El tiempo de reacción disminuye drásticamente, y es posible que el conductor no logre frenar a tiempo o esquivar un obstáculo.
Para lograr una verdadera transformación, es crucial que quienes conducimos comprendamos que la seguridad en las calles es responsabilidad de todos. Las campañas de concientización deben ser constantes y enfocadas en las consecuencias reales de utilizar el celular mientras se conduce. Además, las autoridades locales deben intensificar los controles y fiscalizaciones, utilizando tecnología como cámaras de vigilancia para detectar a quienes violan la ley.
El uso del celular al conducir es una amenaza latente en las calles de Punta Arenas, y su erradicación depende de un esfuerzo conjunto entre autoridades, conductores y la comunidad en general. La prevención de accidentes debe ser una prioridad para todos, y es necesario que cada uno de nosotros asuma su responsabilidad para garantizar que las carreteras sean espacios seguros para transitar. Solo así podremos reducir la siniestralidad y evitar tragedias que, en muchos casos, son totalmente evitables.