Un alto oficial en retiro de la Armada de Chile recordaba hace un tiempo: “Era 1983 y estábamos patrullando de noche cerca de Puerto Williams, cuando una torpedera argentina pasó cerca de nosotros. De pronto, sin motivo alguno, la nave abrió fuego con todas sus armas hacia el mar, por un largo rato. Pararon y luego volvieron a disparar varias veces”.
La crisis del 78 había pasado, la guerra de las Malvinas había terminado, “y estábamos en plena mediación papal en esos momentos, pero aún así ellos querían demostrarnos toda su fuerza militar”.
Pasaría un año antes que, finalmente, un 29 de noviembre de 1984, se firmara en El Vaticano el tratado de paz y amistad que rige hasta ahora entre ambas naciones.
Por ello, fue tan importante que este viernes, 40 años después de la firma de este documento, una embarcación de la Armada argentina y otra de la Armada de Chile navegaran simbólicamente juntas por las aguas de ese mismo Canal Beagle, en reconocimiento de aquel histórico acuerdo diplomático.
Lamentablemente, y de manera vergonzosa, a la ceremonia no asistió ninguno de los mandatarios de ambos países, debido a sus diferencias ideológicas y el reciente impasse en la cumbre G20. Ni siquiera asistió algún ministro, sólo mensajes en “X” (ex Twitter) con palabras de buena crianza, lo cual empañó toda la celebración, y que, probablemente, resultó aún más doloroso para los marinos chilenos y argentinos, que vivieron aquellos años y también para aquellos que participaban en esta ceremonia.
Los analistas Jorge Guzmán y Guillermo Holzmann fueron especialmente duros este fin de semana con la clase política chilena, por la forma cómo ha encarado la complejidad de la relación con Argentina.
Jorge Guzmán
El analista Jorge Guzmán, en una columna publicada este viernes en el sitio de Radio Biobío, escribió a propósito de éste episodio y la ausencia de los presidentes en el encuentro con el Papa. “Parecería que ambos mandatarios subestiman la trascendencia de la relación bilateral, que supera a sus respectivos periodos de gobierno. La circunstancia agravó la preocupación por el futuro de las relaciones con Argentina... sorprende que mientras la discusión sobre la relación bilateral con Argentina se focaliza en la mera coyuntura, la clase política (y los parlamentarios de la regiones del centro del país en particular), siga ignorando la importancia de las cuestiones limítrofes australes con Argentina. No sabemos de ningún debate parlamentario sobre tan serio problema, que aporte luz respecto de qué tan preparado está el país para este desafío”.
Su vaticinio no es alentador: “Es necesario preparar al país para un largo y complicado nuevo diferendo austral con Argentina. Éste tendrá lugar a pesar de las expresiones de amistad y las reuniones cordiales de las cancillerías. El escenario inicial será, o debería ser, la Comisión de Conciliación del Tratado de 1984. Desde allí, el tema escalará a instancias superiores. Los dados están echados. ¿Quién se hace cargo?”
Holzmann
A su vez, el analista internacional Guillermo Holzmann “es un momento delicado desde el punto de vista diplomático y de las relaciones bilaterales”.
-Se ha dicho que es el peor momento de las relaciones bilaterales en 40 años.
“Creo que eso es darle un dramatismo que, la verdad sea, no tiene, pero lo que sí debiera preocuparnos es que no haya una visión de Estado, para reconocer el valor que tuvo esa firma hace 40 años de un tratado de paz y amistad, refrendado por El Vaticano, luego de que todas las instancias jurídicas internacionales habían fracasado y donde Argentina tuvo una posición clara de rechazar todos los acuerdos de estos organismos internacionales”.
-Y además es un tratado que se ha cumplido, eso también cuenta...
“Eso es lo notable, porque se trata de un acuerdo que se basa en el honor de las naciones ante una autoridad espiritual, un jefe de Estado que representa una visión religiosa, y que ambos países han cumplido. Entonces hoy, cuando los altos jefes de Estado no colocan de sí, para potenciar y consolidar este acuerdo vital que debe ser recordado permanentemente, lo peor que le puede pasar para un país es una guerra, por eso se evitó y se aceptó la mediación papal que condujo a este acuerdo de paz”-
-Ahora hay un reto aún más complejo que es la plataforma continental...
“Efectivamente, Argentina se adelantó por mucho, ingresó un requerimiento ante la Corte Internacional y desde esa perspectiva tiene una proyección a la Antártica y que también afecta al Reino Unido. En esa perspectiva, Chile siempre tiene que estar alerta con su diplomacia... Acá ha habido desde el punto de vista de quien dirige las relaciones exteriores del país, dejarse llevar por la ideología, pero que no plantea una visión de largo plazo. Lo otro, Argentina ha mantenido históricamente durante 100 años, su doctrina geopolítica independiente de cada gobierno y este hito no es una buena noticia”.