El conductor de una bicicleta fue encontrado culpable del delito de conducción en estado de ebriedad, luego de ser detenido tras impactar a un vehículo.
El hecho tiene varios ribetes insólitos, Basta con señalar que él fue el responsable del accidente, que el móvil chocado se dio a la fuga y que, finalmente, la pena impuesta es la suspensión de su licencia de conducir (vehículos).
Carlos Vivar Soto, el imputado, compareció ante el Juzgado de Garantía de Punta Arenas imputado por el hecho ocurrido el pasado 23 de marzo a las 21:30 horas. De acuerdo con los antecedentes de la Fiscalía, Vivar manejaba su bicicleta por calle Señoret, y al llegar a calle Ignacio Carrera Pinto no respetó la señal de tránsito respectiva, impactando contra un auto particular. Este último, pese a no tener responsabilidad en el hecho, se dio a la fuga.
Durante el procedimiento policial, se constató que el ciclista mantenía 1.62 gramos de alcohol por litro de sangre.
El abogado Pablo Santander, defensor del imputado, indicó que “planteamos nuestros reparos, que un conductor de bicicleta que fue atropellado por un vehículo, que se dio a la fuga, termine siendo procesado por manejo en estado de ebriedad de un vehículo que, justamente, es una bicicleta. Nosotros no compartimos que las bicicletas estén dentro del rango de manejo en estado de ebriedad. Nuestra postura es que no están los supuestos del tipo penal, dado a que este tipo lleva la suspensión de licencia de conducir de vehículos motorizados, y no existe la licencia de conducir de bicicletas”.
El tribunal no compartió dicha postura, condenando al imputado a no poder manejar ningún tipo de vehículo motorizado de por vida, además de no salir de su casa durante 61 días por las noches y a la instalación de una tobillera para ser vigilado por personal de Gendarmería.