Parvularios de jardines infantiles del servicio local educativo podrán sumar a su vocabulario nuevas palabras del lenguaje de uno de los pueblos originarios más importante de Magallanes: kawésqar. Esto gracias a la entrega de láminas a todo color, que incluyen pronombres, objetos, frutos y animales. Este material educativo fue recibido por la subdirectora de la Unidad de Apoyo Técnico Pedagógico, Elizabeth Aránguiz.
Esto -se destacó- surgió como una iniciativa de la Fundación Kawésqar a través de un proyecto que financió la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi).
Pamela González, integrante de la organización, explicó que esto responde a la necesidad de no perder la lengua, y que el material contiene un instructivo para que los educadores puedan enseñar de una manera metodológica.
De esta manera, se impulsa el rescate cultural que fue destacado por la directora del Jardín Infantil Archipiélago de Chiloé, Marcela Muñoz, y que lo describió como un material pedagógico de apoyo para fortalecer el desarrollo y el aprendizaje desde la educación inicial.
En la antesala a un nuevo año escolar, estos insumos serán aplicados a través de cuentos con la lectura de las láminas, entre otras actividades.
Rescate cultural
El jefe de la Oficina de Asuntos Indígenas de la Conadi, Nelson Aguilera, explicó que este proyecto contó con una inversión de $4 millones para la impresión de 100 ejemplares, cada uno con un total de siete afiches.
A su vez, valoró la ejecución de esta iniciativa que son presentadas desde las organizaciones o gestores culturales.
“Cuando hablamos de educación intercultural, pensamos que es una materia que nos ocupa del pasado. Pero en realidad cuando hablamos de educación básica y prebásica, es una apuesta hacia el futuro. Niños educados en una formación intercultural, son niños que en el futuro no van a discriminar”, afirmó.
¿Dónde está la descendencia?
Según datos de Conadi, cerca de 470 personas están acreditadas como descendientes kawésqar, quienes habitan mayormente en Punta Arenas, luego en Puerto Natales, pero también tienen presencia en Seno Obstrucción y Puerto Edén.
Distinto es el caso yagán, donde la cifra de descendientes alcanza a las 200 personas.
“Estamos frente a una situación bastante esperanzadora. Al menos, en el grupo humano, son grupos estables en términos de números y que están integrados a procesos sociales más grandes”, concluyó Aguilera.