Se acerca marzo y es un mes que marca el regreso a la rutina escolar para miles de familias. Con él, llega también una carga económica que, año tras año, se hace más pesada para los padres de familia. Aumentan los gastos en útiles escolares, uniformes y colegiaturas, lo que genera una presión financiera importante en los hogares, especialmente en aquellos donde los recursos son limitados.
El regreso a clases implica la compra de materiales como libros, mochilas, lápices, cuadernos y otros utensilios necesarios. La constante inflación en los precios de estos productos hace que, cada año, las familias se enfrenten a un desembolso más alto, a pesar de que la mayoría de las veces se opta por productos de menor calidad o cantidad. En muchos casos, los padres se ven obligados a recortar otros gastos básicos para poder cubrir estos nuevos costos, lo que genera un estrés económico considerable.
A ello se suma la compra de uniformes escolares, que en muchos casos deben renovarse completamente o complementarse con nuevos zapatos, pantalones o camisas. En una sociedad cada vez más exigente con el cumplimiento de normas de vestimenta, las familias se ven en la necesidad de invertir en estos productos, sin importar el costo. A menudo, se trata de artículos que tienen poca duración, pero que se consideran imprescindibles para asegurar que los niños y jóvenes se presenten “adecuadamente” en el ámbito escolar.
Finalmente, el pago de colegiaturas es otro de los grandes desafíos del mes. Aunque algunos padres logran encontrar alternativas en colegios públicos o de menor costo, la mayoría de las familias enfrentan incrementos en las cuotas debido a las políticas económicas de las instituciones educativas, sin una mejora proporcional en la calidad de los servicios ofrecidos. Este aumento de precios en un contexto económico incierto genera angustia y preocupación en los hogares, que deben reorganizar su presupuesto para no incurrir en deudas o compromisos que los afecten a largo plazo.
Sin duda, marzo es un mes de retos económicos, pero también es una oportunidad para repensar cómo enfrentar estos desafíos de manera más justa y equitativa para todos.