En el marco de la transición energética en Chile, el reciente ingreso del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto H2 Magallanes al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) adquiere un valor especial para la región, al representar el segundo gran desafío evaluado en este sistema. Sin embargo, desde la visión de Salvador Harambour, director ejecutivo de la Asociación Gremial de Productores de Hidrógeno Verde y sus Derivados de Magallanes, se destaca el verdadero potencial de este hito.
“En este momento, la presentación del proyecto de Total Energies es un hito porque es el segundo gran proyecto evaluado en el SEIA, junto con el consorcio HNH. Estos proyectos son realmente gigantescos y tienen el potencial de transformar por completo la economía de la región”, declaró Harambour con tono entusiasta.
Para él, no solo se trata de cifras de empleo .con la generación de hasta 10.000 puestos durante la fase de construcción y alrededor de 1.000 en operación-, sino que la verdadera revolución reside en el encadenamiento productivo que implica la producción de amoníaco verde.
Este proceso, según subraya, permitirá “soñar con una región desarrollada, distinta, y que brinde a sus habitantes la oportunidad de asomarse al primer mundo”.
Consciente de los desafíos inherentes a un proceso que podría extenderse algunos años, Harambour enfatizó la importancia de reducir la etapa de evaluación ambiental: “Estamos esperanzados de que esta etapa sea lo más breve posible, confiados en que ambos proyectos serán aprobados para empezar a construir pronto. Estamos haciendo toda la fuerza para que eso se concrete lo más pronto posible”.
En este sentido, el directivo no sólo destaca la magnitud de la inversión y la tecnología involucrada, sino que posiciona a Magallanes en el centro de una transformación que podría redefinir sus bases productivas e impulsar la competitividad a nivel internacional.
La visión expresada por director ejecutivo plantea un futuro en el que el hidrógeno y el amoníaco verde se convierten en motores de desarrollo regional, generando impactos positivos que van más allá del empleo y que se traduzcan en una renovación estructural del tejido económico y social de Magallanes.