En una solemne ceremonia, el Grupo de Guías y Scout San José dio la bienvenida a cerca de 30 niños y adolescentes, y a cuatro dirigentes, quienes fueron los protagonistas del acto de investidura luego de recibir el pañolín, uno de los elementos más característicos utilizados por los exploradores y que acredita a quienes participan de sus actividades como integrantes de este colectivo.

La actividad se realizó en un clima caluroso, en donde los nuevos recibieron el atuendo acompañados por familiares y amigos, junto a una once en grata convivencia.

Francisco Pérez Vargas, representante de este colectivo infanto-juvenil señaló que los nuevos niños “se suman a los entre 120 que estaban inscritos el año pasado”. A su vez, agregó que este grupo es el más longevo de Magallanes con 63 años, y que fue mutando con el transcurso del tiempo, desde los inicios del “Grupo de Exploradores José Fagnano”.

Los monitores se encargan de impartir a sus participantes tres valores: el cuidado por la familia, el conocimiento y la búsqueda de Dios, y también la participación en la nación como agentes activos. 

“Nosotros recibimos niños y esperamos que salgan como adultos, que sean un aporte a la sociedad”, agregó.

Nueva integrante

Durante el año este grupo realiza múltiples actividades al aire libre, proyectando la conciencia social y el cuidado por el medio ambiente, con caminatas o excursión, conocimiento de la flora y fauna local, y técnicas de acampado, entre otras.

Carola Poblete fue una de las integrantes que se sumó al grupo. Señaló que tuvo un paso por este colectivo cuando se  llamaba “Alitas”, conformado por estudiantes pequeños a sus 10 años. Sin embargo, nunca es tarde para reintegrarse. “Ya de adulta, la necesidad de servir y ayudar a otras personas, sobre todo niños y jóvenes me impulsó a incorporarme al grupo, y buscando nuevos rumbos, llegué acá”, agregó.

Toda una vida dedicada

A sus 84 años, las nietas de Norberto Pavez González lo quieren ver en casa, pero él se resiste a abandonar el grupo de Guías y Scout, considera que compartir con otros lo llena de vitalidad.

Sus inicios los dio en los “Exploradores Salesianos” en 1949, cuando estaba a cargo Santiago Ghirardelli. Ahí ocupó puestos importantes como tesorero y también fue formador de niños, contribuyendo en el crecimiento de varias generaciones.

También ha sido una tradición que ha heredado su familia: tres hijos y cuatro nietos también han participado e, incluso, proyecta que el siguiente año ingresará su bisnieta.

El año anterior, desde Santiago, lo nombraron “miembro honorario” por sus más de 60 años en el movimiento Scouts, esto significa para él “mucho, porque, a pesar de la edad que tengo, sigo firme, digamos, vigente”, expresó emocionado.

A su vez, conserva con cariño las reuniones a nivel nacional “Jamboree”, donde ha compartido con otras personas de otros grupos de guías y scouts.

“Siempre nos juntamos, a ver, digamos, 1.500 o 1.800 scouts en Picarquín, en Rancagua. Esos recuerdos los tengo, que nos juntamos todos, gente que uno no conoce, por ejemplo, pongámosle de Chiloé o de la isla de Pascua”, concluyó.