Un punto de referencia para varias generaciones de estudiantes y vecinos de Punta Arenas fue el kiosco ubicado en la intersección de calle Magallanes con Ignacio Carrera Pinto, el que resultó destruido la madrugada del domingo por un conductor en estado de ebriedad. Las pérdidas materiales se han estimado en cerca de 13 millones de pesos.
El emblemático establecimiento, que incluso logró sobrevivir al desborde del Río de las Minas en 2012, quedó reducido a escombros tras el violento impacto. Durante años, fue un lugar de encuentro y abastecimiento para los alumnos del antiguo Liceo María Behety y del Insuco, atesorando innumerables recuerdos que ahora se perdieron con su demolición.
Dos días después del lamentable suceso, en la tarde de ayer lunes con una batea se procedió al retiro de los restos de la estructura. Sorprendentemente, lo único que permaneció relativamente intacta fue la techumbre del lugar, testimonio de la fuerza del impacto que pulverizó el resto de la estructura.
Las labores de limpieza y retiro de escombros generaron una considerable congestión vehicular en el sector, afectando no sólo la calle Magallanes también la 21 de Mayo, complicando el tránsito en una zona ya de por sí concurrida.
En cuanto al responsable de este incidente, se informó que el conductor fue formalizado por la justicia. A pesar de la magnitud de los daños y las circunstancias del accidente, el imputado quedó en libertad, aunque bajo medidas cautelares. Se le impuso arraigo nacional y la prohibición de conducir vehículos motorizados mientras dure la investigación.