Nuevos antecedentes se han dado a conocer tras la emergencia registrada el pasado miércoles en la Escuela Patagonia por el derrame de amoníaco que obligó a derivar a cinco personas hasta el Hospital Clínico. Además, nueve funcionarios tuvieron que acudir al Instituto de Seguridad Laboral (ISL) con síntomas como picazón en ojos y garganta. 

Es por esto que la investigación técnica del caso se encuentra actualmente en manos de la Dirección del Trabajo.

En las últimas horas, el establecimiento confirmó la presencia de un recipiente con este contenido, marca Arquimed, adquirido en el 2011, que se encontraba al interior de un laboratorio móvil de ciencias.

Asimismo, la dirección explicó que el pasado jueves, el Servicio de Salud acudió al establecimiento y revisó estos espacios con la finalidad de verificar que no existieran otras sustancias o condiciones que pudieran representar un riesgo para la comunidad educativa. Tras la inspección, se confirmó que no había sustancias ni elementos peligrosos en su interior. Como medida preventiva, los laboratorios fueron resguardados en una bodega cerrada, asegurando su almacenamiento.

Durante el transcurso de la emergencia, también se percibió la emanación de un olor a gas. Sin embargo, según lo informado, se debió a la falla de una válvula externa, la cual fue reemplazada por personal técnico de Gasco.

Considerando que el sostenedor de la escuela anunció la suspensión de clases para la jornada de este miércoles, donde despedirían el primer semestre, los estudiantes retomarán sus actividades educativas el lunes 21 de julio al término de las vacaciones de invierno.