Aunque el invierno 2025 ha llegado sin su habitual manto blanco, las familias de Punta Arenas han encontrado en el Club Andino una razón para seguir celebrando la temporada. A pesar del clima seco que ha afectado duramente a Magallanes, el club ha optado por abrir parcialmente sus instalaciones, ofreciendo alternativas recreativas que mantienen encendida la llama del invierno.
Adaptación con alegría
Las pistas principales aún no están operativas por motivos de seguridad, pero eso no ha detenido las ganas de disfrutar. Esta semana comenzaron las clases para principiantes y los entrenamientos de jóvenes esquiadores, quienes, con esfuerzo y entusiasmo, aprovecharon las condiciones mínimas para deslizarse por la montaña.
Además, actividades como el esquí de fondo en sectores traseros del cerro han ganado protagonismo como opciones accesibles y entretenidas para todas las edades.
Un clima inusual desafía la temporada
Especialistas atribuyen la falta de nieve a la altura de la isoterma cero y temperaturas que no han descendido por debajo de los -3°C de forma sostenida, condición necesaria para formar una base estable. Junio fue el mes más seco desde 1993, con sólo 11 mm de precipitaciones; julio sigue esa tendencia con apenas 27,9 mm acumulados hasta la fecha.
La escasez de agua preocupa especialmente a sectores agrícolas que dependen de las lluvias invernales. Este déficit hídrico ya comienza a encender alertas en la región.
Resiliencia en la montaña
Desde el Club Andino mantienen la esperanza en agosto, históricamente el mes más generoso en nieve. Mientras tanto, vecinos y visitantes celebran la creatividad del Club, que ha logrado mantener el espíritu de invierno intacto. Porque en Magallanes, incluso sin la clásica postal blanca, el invierno se vive con corazón.