Con la llegada de la primavera, el municipio de Punta Arenas se prepara para retomar los trabajos de demarcación vial, una tarea que ha enfrentado múltiples desafíos en los últimos años. El alcalde Claudio Radonich explicó las complejidades que implica mantener las señalizaciones en buen estado en una ciudad con condiciones climáticas extremas y un parque automotor exigente.
“Los que vivimos en Magallanes y los antiguos lo saben: sólo podemos demarcar con buen clima. Por eso, estos trabajos se realizan en primavera, verano o a comienzos del otoño”, señaló la autoridad.
Radonich detalló que el proceso va mucho más allá de aplicar pintura sobre el pavimento. “No es simplemente pintar. Se aplica una capa especial, similar al cemento, aunque no lo es. Esta debe adherirse correctamente, pero se ve afectada por varios factores: los neumáticos con clavos que se usan en la región, el paso constante de vehículos pesados y el uso de sal para combatir el hielo, que también deteriora el material”.
El alcalde también recordó las dificultades surgidas tras la pandemia. “La empresa que nos prestaba este servicio por años nos dejó botados. Hubo una ruptura de stock a nivel mundial, y eso generó una brecha que aún no hemos podido cerrar como antes. La gente tiene mala memoria, pero en ese momento no había materiales disponibles”.
A pesar de los obstáculos, el municipio ha avanzado en la recuperación de espacios públicos. “Durante el último semestre pintamos los accesos a colegios, consultorios y las calles principales. Ahora, con el regreso del buen clima, retomaremos finalmente la demarcación de sectores clave, especialmente en una ciudad con gran cantidad de vehículos, donde lamentablemente no todos manejan tan bien como uno quisiera”, concluyó Radonich.