En un fallo que marca un precedente para los casos de violencia de género en la región, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Punta Arenas dictó veredicto condenatorio contra un chileno por el delito de femicidio frustrado, además del delito de daños, todo en contexto de violencia intrafamiliar.
Los hechos se remontan al 1 de diciembre de 2024, cuando en el domicilio que compartía con su pareja, una mujer paraguaya, el imputado protagonizó una violenta agresión motivada por el término de la relación.
Según relató el fiscal Cristian Opazo, ese día la víctima tenía decidido abandonar el hogar. “Hay mensajes que lo respaldan, que fueron exhibidos en juicio y en ese contexto es que él se ofusca, obviamente también previa ingesta de alcohol, y le presiona el cuello con esa intención”, explicó el persecutor.
El ataque fue de alta intensidad. El agresor intentó asfixiar a la mujer con ambas manos, dejándola sin respiración durante algunos segundos. Aunque ella logró golpearlo en el rostro y huir, fue alcanzada y nuevamente agredida, esta vez con golpes en la espalda utilizando un objeto contundente, además de recibir puñetazos en diversas partes del cuerpo.
En su arremetida, el imputado rompió el teléfono celular de la víctima y la hirió con fragmentos de un plato quebrado. Las lesiones, que incluyeron equimosis en la zona del cuello, fueron calificadas como de mediana gravedad por el Servicio Médico Legal.
Uno de los aspectos más relevantes del juicio fue que la condena se logró sin contar con el testimonio directo de la víctima, quien no compareció a declarar, valorando que pese a ello, la solidez de la prueba documental, pericial y contextual permitió al tribunal llegar a una condena.
“Aún con todo y aquello, se logró el veredicto condenatorio por el delito de femicidio más el delito de daños, todos en contexto de violencia intrafamiliar y violencia de género”, señaló Opazo.
Cabe destacar que el hoy condenado se encontraba cumpliendo la medida cautelar de prisión preventiva y continúa en dicha condición, esperando la lectura de la sentencia definitiva, lo cual tendrá lugar el 11 de agosto a las 13:15 horas, de manera remota.
El Ministerio Público solicitó una pena de entre 5 años y un día a 7 años de presidio, sumando ambos delitos.