Ante los crecientes episodios de violencia que afectan a las comunidades escolares en la Región de Magallanes, expertos y autoridades coinciden en la urgencia de abordar las causas de la frustración juvenil. En este contexto, la mediación escolar resurge como una herramienta fundamental para la prevención y resolución de conflictos, destacando una histórica iniciativa colaborativa que lleva más de una década formando a jóvenes en la región.
Una alianza para la paz escolar
Desde 2012, la Corporación de Asistencia Judicial (CAJ), en conjunto con la Universidad de Magallanes (UMAG) y la Secretaría Regional Ministerial de Educación (Secreduc), ha implementado un programa piloto que ha capacitado a 1.639 estudiantes de educación básica y media. A través de más de 140 talleres, esta alianza busca entregar a los jóvenes las habilidades necesarias para resolver sus diferencias de manera constructiva, previniendo que los conflictos escalen a niveles de violencia.
Cristina Montiel, coordinadora del Centro de Mediación de la CAJ, subraya la importancia de este enfoque preventivo: “Siempre tenemos que pensar que cuando hay un conflicto existe algo que lo generó. Y hay un momento en que no fuimos capaces de lograr que eso se resolviera. Entonces, cuando un conflicto no se resuelve es como una bola de nieve, que sigue creciendo hasta que en algún momento vamos a encontrar algo que será algo que lamentemos”, advierte.
Montiel también destaca el rol de las comunidades educativas en la adopción de estas herramientas, señalando que “nosotros podemos generar esta herramienta, instalar habilidades, pero va a depender de cada comunidad educativa que lo tome o no lo tome”, afirma, elogiando iniciativas como la de la Escuela España, que de forma autónoma ha impulsado la formación de mediadores entre sus estudiantes.
Cuestionando la violencia y sembrando el cambio
La Seremi de Justicia y Derechos Humanos, Michelle Peutat, enfatiza que la respuesta a la violencia no debe limitarse a la sanción. “No sólo debemos enfocarnos en buscar responsabilidades, sino que también plantearnos cuáles son las razones por las cuales un joven o una joven considera la violencia como una forma válida de resolver conflictos con sus pares”, señaló, anticipando la pronta renovación del convenio que fortalece estas iniciativas.
Por su parte, el director regional de la CAJ, Alejandro Donatti, valoró la continuidad de esta alianza estratégica: “Destaca el seguir sembrando este granito de arena en niños y jóvenes en una alianza estratégica entre instituciones que se ha mantenido en el tiempo, para que cuando sean adultos, enfrenten los conflictos de una manera distinta, buscando primero conversar y consensuar alternativas de resolución antes de llegar a otra instancia como la judicial”. Junto con ello, destacó el objetivo a largo plazo de formar ciudadanos más dialogantes.
Actualmente, el programa continúa activo en Puerto Natales, donde, según Montiel, se observa “el entusiasmo en los chicos” y el compromiso de los profesores, lo que demuestra que la mediación escolar es un camino viable para construir una convivencia más pacífica.