La salmonera Nova Austral, controlada por Larta Investment Group, presentó recientemente una nueva propuesta de reorganización judicial, luego que la Corte Suprema invalidara el acuerdo aprobado a comienzos de año y estimara que el convenio contenía estipulaciones contrarias al ordenamiento jurídico.
El proceso se remonta a enero de 2024, cuando la junta de acreedores de la empresa aprobó un plan que permitía reestructurar una deuda cercana a $450 mil millones, en un intento por mantener a flote las operaciones en la Región de Magallanes. Sin embargo, la propuesta fue impugnada por Nutreco, uno de los principales acreedores de la compañía. El máximo tribunal finalmente acogió ese reclamo, estimando que el convenio favorecía a Ewos Chile Alimentos en desmedro de otros acreedores, lo que derivó en la nulidad total del acuerdo.
En respuesta al fallo, Nova Austral -que ha enfrentado multas ambientales, pérdidas financieras y severas restricciones productivas en los últimos años- ingresó una nueva propuesta de reorganización. En esta oportunidad, la compañía, asesorada por el abogado Ricardo Reveco, busca ratificar parte del esquema aprobado en 2024, con ciertas modificaciones que, según la firma, equilibran las condiciones entre todos los acreedores.
“Sus socios han demostrado un compromiso activo con el proyecto, materializado en aportes de capital que ascienden a aproximadamente US$ 20 millones, lo que refuerza su solvencia y capacidad para enfrentar sus compromisos presentes y futuros”, señaló Reveco.
La nueva propuesta contempla mantener la continuidad operacional de la salmonera, que genera más de 700 empleos directos en la Región de Magallanes, y evitar un proceso de liquidación que afectaría tanto al mercado laboral local como a la red de proveedores y servicios asociados a la industria acuícola.
Un largo historial de crisis
Nova Austral ha sido una de las empresas más sancionadas de la industria chilena del salmón. En 2019, fue denunciada por manipulación de datos ambientales y recibió múltiples multas de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA). A ello se sumaron restricciones operativas impuestas por Sernapesca y el SEA, que afectaron su capacidad de producción en la zona austral.
Durante 2022 y 2023, la empresa entró en una profunda crisis financiera, marcada por la caída en los precios internacionales del salmón, el aumento de los costos logísticos y la pérdida de certificaciones internacionales de sustentabilidad, factores que precipitaron su ingreso a un proceso de reestructuración judicial en 2024.
La nueva propuesta judicial representa, según los analistas, el último intento por evitar la quiebra definitiva de Nova Austral y recuperar parte de la confianza perdida ante inversionistas y autoridades regulatorias. Sin embargo, su aprobación dependerá ahora del respaldo de los acreedores y del visto bueno del tribunal, en un contexto donde la salmonera continúa bajo estricta observación de los organismos ambientales.