El escenario geopolítico en Sudamérica ha dado un giro drástico. Fuentes familiarizadas con el asunto confirmaron a CNN que la CIA llevó a cabo un ataque con drones contra un muelle remoto en la costa de Venezuela, marcando la primera incursión militar directa de Estados Unidos en suelo venezolano de la que se tenga registro.
El operativo tuvo como blanco una infraestructura que, según la inteligencia estadounidense, era utilizada por la banda criminal "Tren de Aragua" para el almacenamiento y despacho de cargamentos de droga hacia mercados internacionales. Al momento del impacto, el muelle se encontraba vacío, por lo que no se registraron víctimas fatales.
El presidente Donald Trump rompió el hermetismo sobre la operación durante una entrevista reciente, confirmando la destrucción de una “gran instalación de donde salen los barcos”. Este lunes, al ser consultado nuevamente, el mandatario fue más allá.
“Destruimos todos los barcos y ahora atacamos el área de implementación. Ahí es donde cargan los barcos con drogas, y eso ya no existe”, sentenció Trump, aunque evitó precisar si la orden fue ejecutada por las Fuerzas Militares o directamente por la CIA.
La operación revela un cambio profundo en las facultades otorgadas a la inteligencia estadounidense. A principios de 2025, Trump amplió los poderes de la CIA para operar en América Latina, permitiéndoles ejecutar ataques en tierra firme, una autoridad que las Fuerzas Militares de EE. UU. técnicamente solo poseen para aguas internacionales.
El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, comparó abiertamente esta ofensiva con la lucha contra el terrorismo islámico: "Estos narcoterroristas son el al Qaeda de nuestro hemisferio, y los estamos cazando con la misma sofisticación y precisión".
Si bien la Casa Blanca justifica estos ataques bajo la bandera de la lucha contra el narcotráfico, voces internas han sugerido otros fines. Susie Wiles, Secretaria General de la Casa Blanca, admitió en una entrevista con Vanity Fair que el objetivo real de destruir embarcaciones e instalaciones es hacer que Nicolás Maduro "se rinda".
Hasta la fecha, la campaña militar estadounidense en el Caribe ha destruido más de 30 embarcaciones, pero este bombardeo en la costa venezolana eleva la confrontación a un nivel de riesgo impredecible para la estabilidad de la región.