Fueron exactos 70 días los que permanecieron atrapados a 620 metros de profundidad, un grupo de 33 mineros tras un derrumbe al interior de la mina San José, un inolvidable 5 de agosto de 2010.
Ayer, Chile y el mundo entero estaban pendientes de la noticia que se producía en el yacimiento -situado a pocos kilómetros de Copiapó, Región de Atacama-, ya que el incesante esfuerzo del Gobierno permitió iniciar, a las 21.45 horas, la operación de rescate San Lorenzo, cuando la cápsula Fénix 2 descendió sólo a los 56 metros, en un primer viaje de prueba y sin pasajeros.
La expectación era muy intensa, faltaba poco para la llegada del primer minero a la superficie, pero aún el equipo técnico debía probar la velocidad para saber como operar en caso de emergencia. Para ello, se realizó un segundo viaje con cápsula vacía.
El primer rescatista
Y cuando estaba el visto bueno de los expertos, a las 23.19 horas se procedió al primer descenso donde el rescatista Manuel González (Codelco), quien iba a demorar 700 segundos en llegar al refugio, se iba a convertir en la primera persona que los 33 sobrevivientes verían tras dos meses en las entrañas de la mina.
La misión de González, era llegar al lugar donde aún permanecen los trabajadores, y colaborar con el rescate desde abajo, durante las horas de la operación. A su llegada, a las 23.35, fue recibido con ovación por los mineros, quienes lo abrazaron con mucha emoción.
La historia entraba en su recta final, y ya se preparaba el minero Florencio Ávalos, el primero en subir a la superficie en el retorno de la cápsula.
Monitoreado desde arriba por médicos, a través de elementos que miden la presión arterial y su nivel de oxígeno, Ávalos comenzó a subir, y en su viaje, llegó la medianoche, el miércoles 13 de octubre con el que se cumplió el día 70.
Alegría mundial
A la 0.10, se produjo la llegada a la superficie del primer minero rescatado. Ávalos, de ocupación eléctrico, fue recibido como un héroe tras 15 minutos de viaje.
Abajo de la mina era el que se veía más fuerte, por ende, fue el primero. Luego de los abrazos del mismísimo Presidente Sebastián Piñera -quien arribó al Campamento Esperanza a las 16.00 horas proveniente de Ecuador- y de sus familiares.
Tras el emocionante reencuentro, Ávalos fue trasladado de inmediato al Hospital de Copiapó, por vía aérea a través de un helicóptero de la Fuerza Aérea de Chile (FACH).
Segundo rescate
Así, el mundo, a través de los 240 medios de comunicación, provenientes de 39 países, más los 50 medios nacionales acreditados, pudo ver que la misión de rescate había comenzado con el pie derecho.
Al cierre de esta edición, se procedía con el rescate del resto de los mineros, a través del descenso al refugio de la mina del sargento de la Armada de Chile Roberto Ríos, quien llegó al fondo de la mina a la 0.44 horas.
En el retorno de la cápsula, estaba previsto que el minero Mario Sepúlveda, eléctrico de profesión, abordara la Fénix 2.
Historia inolvidable
Fue el sábado cuando la máquina T-130 y la pericia de sus operadores, rompieron con el refugio donde aun permanecerán -hasta mañana según los cálculos de la operación- los trabajadores. Entre domingo y lunes se procedió con el encamisado del tramo de tierra, y ayer se inició la operación de salvataje.