Perjudicándole la circunstancia mixta del parentesco, por ser el acusado el padre de la víctima, un cabo de la Armada fue sentenciado ayer a cumplir una pena de cinco años de presidio efectivo. El tribunal no le otorgó la posibilidad de hacerlo bajo un régimen de libertad vigilada, como apostaba la defensa, y por ello una vez que el fallo quede ejecutoriado (rigen 10 días de plazo) el condenado deberá ingresar a la cárcel.
Los jueces plantean en la sentencia, que leyó el juez que redactó el fallo, Fabio Jordan (en la fotografía), que la defensa del acusado no incorporó informes “que lo hagan merecedor del otorgamiento del beneficio invocado, aspecto fundamental en mérito a la naturaleza del ilícito por el cual se lo condena, a saber, el delito de abuso sexual”.
El fiscal Fernando Dobson consiguió establecer la culpabilidad del padre que abusó sexualmente de su hija, en forma reiterada, y por ello quedó conforme con la sanción impuesta, “porque era la pena que estábamos pidiendo”. Importante fue la declaración de la propia víctima, que viajó desde Viña del Mar (donde reside actualmente) para estar en el juicio. La declaración “fue clara, tajante, categórica en señalar que su progenitor abusó sexualmente de ella en el transcurso de su estancia en Punta Arenas”. Pese a que la propia madre desmintió a la hija aseverando que la niña mintió.
Por un segundo hecho el uniformado fue absuelto. El fiscal lo acusaba también de acceder carnalmente a la hija.