El hombre rompió la malla protectora de la ventana de la celda y quebró el vidrio, para luego salir al exterior. Personal de Gendarmería frustró un nuevo intento de fuga en la cárcel de Punta Arenas. Esta vez fue el interno Juan Alejandro Ruiz Subiabre quien puso a prueba los sistemas de seguridad, el viernes en la noche.
Esta persona cumple prisión preventiva, como medida cautelar que solicitó la fiscal Alejandra Guevara cuando el 10 de agosto lo formalizó por cuatro robos más un quinto en grado de tentativa. La Policía de Investigaciones (PDI) lo detuvo cuando caminaba por Avenida Bulnes, a la altura de calle Rómulo Correa. Ruiz fue quien ingresó a robar a una vivienda de Villa Los Españoles y se llevaba muchas especies, pero como en el comedor vio una foto que correspondía a una profesora que tuvo en el colegio, él mismo desistió del atraco y se marchó sin llevarse nada.
El viernes, Ruiz decidió poner en marcha el plan de fuga que copió a Luis Vera Fierro, interno que el jueves 30 de septiembre logró escapar de su módulo, rompiendo la malla protectora de la venta y subir a la techumbre del módulo “D”. Ahí estaba, tapado con una frazada, cuando fue captado por una de las cámaras de seguridad del complejo. “El Rucio” permaneció escondido hasta que comenzó a amanecer pero no consiguió su objetivo y al final se entregó.
Ahora fue el turno de Ruiz Subiabre, quien, según fuentes internas de Gendarmería, trató de huir del penal. La primera valla la pasó sin problemas. Trabajó más de dos horas para sacar la protección de la ventana de la celda. Luego rompió el vidrio, utilizando una técnica que le permitió que los cristales cayeran a la cama, para que nadie escuchara y menos levantar la más mínima sospecha de los centinelas. A partir de ese momento el objetivo lo veía relativamente más fácil, porque logró salir al patio y trepar la primera malla de seguridad. La situación se complicó para Ruiz cuando quiso pasar la llamada “segunda línea de tres fuegos”. En esos momentos trepó la reja, pero el contacto corporal activó los sensores del panel de control y el gendarme de turno captó el destello y activó la alarma.
Las mismas fuentes dijeron que esto sucedió a las 22.15 horas y que los funcionarios apostados en las torres del control tuvieron que usar el arma de servicio y disparar al aire, para abortar el intento de fuga y persuadir a la persona que no continuara, porque el próximo disparo iba al cuerpo. Debido a esto, el interno se soltó de la malla y arrojó al suelo cayendo de unos cuatro metros de altura.
Ruiz fue llevado al hospital a constatar lesiones y reingresado al penal, pero a celda de castigo.