El descuido debe ser el principal factor de incendios que, como en el caso del domingo pasado, pueden terminar con la vida de un ser humano. José Ricardo Gallardo González, de 66 años, fue víctima fatal de las llamas que arrasaron el inmueble donde arrendaba una habitación, en calle Caupolicán, en el sector de Playa Norte de Punta Arenas. El primer comandante del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, Pedro Alvarado Gómez, así lo reconoció. “Siempre he dicho en los medios de comunicación que la gran responsabilidad (de los incendios) recae en las personas”, señaló. En este sentido, el alcoholismo ha repercutido en algunas de estas tragedias, ya que producto de la ebriedad algunas personas se han quedado dormidas con el calentador o cigarrillo encendido, lo que ha provocado el fuego.
“Las principales causas de incendio en Punta Arenas son las cocinas de cuatro platos o magallánicas, producto del secado de ropa sobre ellas y, por estadísticas que tenemos, la sobrecarga eléctrica en los enchufes o zapatillas. Esto pasa por no tener una inspección o mantención periódica en las casas”, preciso sobre el tema.
Ello, incluye, por cierto, a los artefactos de combustión lenta como los caño o cañones. “Hemos tenido, también, varios incendios por mala instalación y falta de limpieza”, agregó.
Por lo mismo, Alvarado recalcó la necesidad de mantener en óptimas condiciones y revisar periódicamente tanto el sistema eléctrico como las cocinas o calentadores a leña.
Consecuencias fatales
En lo que va corrido de este año, Bomberos ha atendido 716 llamados de emergencia en Punta Arenas. De estos, 150 a 200 corresponden a amagos de incendios, principios de incendio e incendios declarados. También han debido atender llamados de incendios de vehículos, rescate vehicular, quema de pastizales, emanación de gases y otros, como entrega de agua.
Asimismo, destacó que en los últimos 15 días se han producido incendios de grandes proporciones, con resultados fatales, como el mencionado anteriormente -y que terminó con el 90% del cadáver de José Gallardo carbonizado-, o el que terminó con la vida del menor Gonzalo Cárcamo Arancibia, de 7 años y alumno de la Escuela Pedro Pablo Lemaitre, quien luego de agonizar una semana en el hospital regional, falleció el pasado domingo 31 de octubre; caso que afecta particularmente a Alvarado, quien se desempeña como inspector de dicho establecimiento educacional.
Finalmente, el comandante de Bomberos si bien no descarta la posibilidad de la existencia de un pirómano, señaló que ello no ocurre hace muchos años y que, en la actualidad, no lo puede afirmar a ciencia cierta.