
“Esto ocurrió en la tercera hora y cuando llegué a buscarla, a las 16.00 horas, ella me contó. Estaba muy afectada. Ella es buena alumna, respetuosa y femenina, no hay razones para haberle hecho eso a mi hija”, afirmó la apoderada.
Una vez que se acercó a la dirección para denunciar lo ocurrido, se le habría manifestado a Mancilla que al día siguiente iba a tener una respuesta, pero “sólo me dijeron que no me iban a recibir porque no es un tema grave. Le bajaron el perfil”, aseguró la mujer.
La estudiante debía seguir acudiendo a clases de religión, no obstante, el médico tratante, Jorge Amarales, emitió un certificado para que suspendiera su concurrencia. “Mi hija le tiene miedo a la profesora”, agregó Mancilla.
Actualmente la profesora sigue haciendo clases y se le habría confirmado a la apoderada que el próximo año seguirá en la institución salesiana enseñando a las alumnas.