
Este es un beneficio carcelario que permite al delincuente terminar de cumplir la pena en libertad, después que logra demostrar un cambio real y que está apto para insertarse en la vida cotidiana. “La pena continúa, no se extingue la responsabilidad, pero la persona pasa a un medio libre bajo el control del Centro de Reinserción Social. Es decir, tiene que cumplir requisitos de buena conducta, tener un trabajo y no cometer ningún delito, porque el beneficio es revocable”, advirtió Soler.