
En el marco de la jornada de capacitación y trabajo en prevención y erradicación del trabajo infantil, la funcionaria indicó que la Fundación Esperanza “tenían dos opciones: volver a postular a la licitación o entregarla. Ellos optaron por entregarla, porque tampoco tenía mayor sentido postular a una nueva licitación, ya que los resultados de la intervenciones no han sido favorables. Lo que se estaba haciendo claramente era insuficiente”.
Nuevo edificio
Pese a ello, el proyecto continuará con la construcción, en diciembre, de un nuevo edificio, con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), de más de 400 metros cuadrados de superficie, en el mismo lugar, con mejores medidas de seguridad y conservando los 20 cupos para menores de edad.
“Ahora tengo que buscar una nueva institución que administre la residencia, ir a buscar una corporación en otras regiones, si es necesario”, agregó la directora regional del Sename.
Sobre los problemas con los vecinos y los recursos de protección interpuestos en contra del Sename , Saldivia señaló que “cuando los vecinos conversaron conmigo, el punto era que el actual edificio no tenía medidas de seguridad, que los chicos hacían lo que querían, salían a la hora que querían, entonces, ellos sentían que eso era un peligro. Y frente a eso, ahora va a haber una construcción y un cambio de línea programática, con más profesionales. Las medidas de seguridad van a mejorar considerablemente. Pero lo que ahora piden los vecinos es que no haya residencia, ya no importan las medidas de seguridad que tenga”, añadiendo que los recintos para niños y jóvenes vulnerados en sus derechos deben estar ubicados en el radio urbano.
Frente a la solicitud de cierre definitivo de la residencia, por parte de los vecinos, Saldivia responde que en la región es necesario que exista esta residencia, pues según afirmó, Magallanes no “tiene una alternativa de protección para varones menores de 18 años”.
Ocho años de existencia
Dicho centro se formó el año 2002, cuando dejó de pertenecer a Carabineros como Hogar Niño y Patria, y pasó al Sename, que, a su vez, lo traspasó a la mencionada fundación.
El hogar es transitorio y acoge niños y jóvenes de entre siete y 17 años de edad, todos ellos derivados del Tribunal de Familia.