Las historias de ángeles de Pedro Engel

General
06/12/2010 a las 13:35
Pedro Engel es reconocido en todo el país por sus dotes especiales, las que descubrió desde pequeño: tarotista, politeísta, un consultor espiritual conectado con la naturaleza, y entre el 11 y 13 de diciembre estará en Punta Arenas realizando actividades con los magallánicos. “Engel”, que en alemán significa Ángel, siempre tuvo una desarrollada sensibilidad, aunque fue con la muerte de Marylin Monroe, a sus siete años, cuando comenzó todo. Su abuela, quien también poseía dones mágicos, le dijo que la diosa había dejado de existir y él sin saber bien por qué lo hacía, tomó unas velas y en el estudio circular, de la casona familiar donde vivía, realizó su primer ritual.
De esta manera inició su larga travesía, estudió conjuros, astrología, cábalas y todos los libros que se le ponían por delante. Así llegó a estudiar Literatura en la Universidad de Chile, para después perfeccionarse en interpretación de sueños con su maestra, la siquiatra Lola Hoffmann, con quien desarrolló la capacidad de sanar el árbol genealógico; su arte la “ancestrología”.
Engel posee habilidades extraordinarias que le permiten ayudar a las personas a encontrar su camino, conectándose con la profundidad del ser para poder sortear los obstáculos que impone la vida. Según quienes han asistidos a sus sesiones, se puede obtener paz interna y la capacidad de entender los conflictos familiares.
“Todos nacemos con ciertas habilidades, así como el doctor desde chico descubre su vocación, yo desde pequeño tuve mucha conexión con la naturaleza, estaba conectado con la magia, aunque éstas deben ser estudiadas y desarrolladas con trabajo. Uno nace con el talento, pero hay que perfeccionarse”, comenta el brujo Engel, quien ha tenido que superar diversos dolores en su vida.
Sanando heridas
Desde pequeño fue la “oveja negra de la familia”, al menos eso creían sus padres; inmigrantes judíos, que llegaron a Chile huyendo de la Segunda Guerra Mundial. La primera herida: enfrentar el favoritismo del patriarca familiar, quien le rompió el corazón; cuando Pedro tenía 15 años, murió uno de sus hermanos en un accidente de auto en el día de su despedida de soltero, y en el entierro, el inmigrante que hizo fortuna gracias a una ferretería, le dijo que mejor se hubiese muerto él.
“A mi generación le tocó difícil, porque fue la época de las flores de los años 60 y 70, en que rompimos con los padres, con la tradición familiar. Mis papás eran ‘momios’ y yo pertenecí al MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), porque buscaba libertad y justicia social, aunque pertenecí al movimiento antes que éste optara por las armas. A mí me gustaba alfabetizar en las poblaciones, enseñaba literatura latinoamericana a los más pequeños”, dice Engel. Además, asegura que gracias a estos conflictos familiares es la persona de hoy y se dedica a su arte; la magia.
Comenta que “lo importante es entender que los padres te dieron lo mejor que pudieron haberte dado: la vida. Los padres, decía Lola Hoffman, son la cara visible de Dios, hayan hecho lo que hayan hecho te dieron lo más importante: la vida. (…)En la medida en que uno está enojado con los padres, uno se queda pegado en el pasado y no puede avanzar en la vida de forma correcta. A los padres hay que decirles que respetamos lo que les tocó vivir y tomamos de ellos la vida, con lo bueno y lo malo”.
Pero en su vida quedaba más. Porque como si no hubiese bastado tener que enfrentar una difícil relación familiar, Engel perdió al amor de su vida a los 29 años: su esposa Alicia Izak, a quien conocía desde los 13 años. Ella se suicidó y él quedó a cargo de sus cuatro hijos.
Con todo el dolor que sintió, debió asumir la crianza de Simón, el menor de tan sólo tres meses; Catalina, de dos años, Esteban, de cuatro y Kabir, el mayor de siete. Esa noche, la primera sin su mujer, no durmió y tuvo que cambiar la relación machista que tenía con sus hijos.
“La relación con mis hijos cambió del cielo a la tierra, antes de la muerte de mi esposa, yo llegaba a la casa cuando mis hijos ya estaban prácticamente listos para irse a dormir. Era una relación bien machista. Fue súper fuerte quedar viudo a los 29 años, cuando uno recién está comenzando su vida conyugal, y está lleno de pasión. Yo tuve que dedicarme a criar a mis hijos. La primera noche sin Alicia mudé a mi hijo menor muchas veces y preparé como diez mamaderas, porque no sabía cómo hacer esas cosas. Tuve que aprender de todo, sobre todo a contener, pero aprendí. El suicidio es algo muy difícil de aceptar, fueron años muy duros. Pero todo en la vida sirve, porque la vida es como es”, señala.
A sus 60 años, Engel está en paz, convirtiéndose en uno de los más importantes consejeros espirituales del país. En este escenario visitará Magallanes para desarrollar los talleres de “Interpretación de sueños”, “Tarot sicológico” y “Ancestrología”, en donde el principal postulado es sanar desde el agradecimiento a los padres, por habernos dado la vida.
Las personas que estén interesadas en participar de estos tres talleres vivenciales pueden hacer sus consultas al 77668393 o al mail [email protected]

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