
Ese día, Avello -quien cumplía funciones en el Regimiento Lanceros de Puerto Natales- se trasladaba junto a otros cuatro uniformados en una camioneta Toyota de la institución castrense desde la capital de Última Esperanza a Punta Arenas. A la altura de la rotonda del Aeropuerto Presidente Ibáñez el vehículo colisionó con una camioneta Mazda, patente TU 69 99, de VHF Ingenieros, que lo hacía en sentido contrario. El vehículo del Ejército volcó e incluso se le desprendió su camada.
La principal razón para el accidente habría sido las pésimas condiciones climáticas reinantes. El militar sufrió un Traumatismo Encéfalo-Craneano (TEC), múltiples contusiones y un trastorno depresivo post-traumático. Sin embargo, según declara Avello, el Ejército habría ocultado la correspondiente información y falsificó un sumario, en el cual se le diagnosticó una enfermedad que él califica de falsa. Según declara el uniformado, la orden de trasladarse en esas condiciones hasta Punta Arenas estuvo mal ejecutada debido a que no se respetó el debido procedimiento: “Eran alrededor de las seis de la mañana y por orden de la división ningún vehículo militar podía transitar antes de las diez cuando las condiciones climáticas no eran favorables”, declara el teniente.
Avello estuvo internado un mes en el Hospital de las Fuerzas Armadas “Cirujano Guzmán” en Punta Arenas, luego del cual fue enviado a Santiago para continuar con su tratamiento. Mientras tanto, el Ejército iniciaba un sumario administrativo para zanjar las responsabilidades del caso.
Irregularidades
Las irregularidades que denuncia el militar se fueron dando conforme pasaba el tiempo y el sumario no concluía, mientras él debía sobrellevar las secuelas del grave accidente. “Estando en sumario administrativo, fui enviado a Santiago, al Regimiento de Escolta Presidencial (...) Llegué a trabajar en muy malas condiciones, sufrí persecución laboral y me hacían trabajar bajo medicamentos y antidepresivos”, declara Avello.
En aquella época, se encontraba al mando de la Vª División de Ejército el ex general Luis Torres, a quien Avello apunta como el principal responsable de lo sucedido. En este sentido, sostiene que lo más extraño del asunto es que tras el accidente todos los involucrados fueron destinados a otras guarniciones. También aclara que a tres años de ocurridos los hechos, aún no se haya finalizado el sumario ni existan documentos verosímiles que consignen la realización de una investigación.
En tanto, el diagnóstico del militar sostiene que padece un daño orgánico cerebral crónico de carácter cognitivo, ante lo cual el Ejército se deslinda de responsabilidades arguyendo que dichas lesiones no son producto de los hechos ocurridos el 27 de junio de 2007.
No obstante, Avello denuncia más irregularidades, que radicarían en la existencia de una falsificación de un decreto supremo emitido en marzo de 2009, donde se informa a la Contraloría General de la República que el militar ha dejado de pertenecer al Ejército, pese a que meses después figuraba como jefe de local de votación en las últimas elecciones presidenciales.
Apoyo de la CUT
Ante estas irregularidades el uniformado decidió presentar un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones en marzo de 2009 -lo que habría motivado la falsificación del decreto que consignaba su baja. En esta instancia se acercó a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la que le brindó su apoyo legal a través del abogado Rubén Jerez Atenas; así como asesoría en materia de Derechos Humanos, a través de la experta María Eugenia Puelma.
El teniente asegura que aún se encuentra en servicio activo, no obstante, que desde marzo pasado dejó el regimiento Granaderos de San Bernardo.
Avello denunció ante la justicia militar al Ejército, así como a quienes resulten responsables por irregularidades administrativas y de procedimientos que pudieron influir en que ocurriese el accidente; así como por falsificación de documentos públicos, firmas falsas y suplantación de identidad en la persona del suscrito, las que presentadas ante organismos del Estado darían cuenta de hechos inverosímiles.
El Ejército, al ser requerido por esta denuncia, señaló encontrarse recabando antecedentes para referirse al caso.