Pese a que se han instalado bateas en Chabunco y el Parque María Behety, los puntarenenses aun no adquieren el hábito de botar la basura en los lugares destinados para ello. Los tradicionales lugares a los que los puntarenenses acuden a realizar el tradicional paseo de Navidad reflejaban, la mañana de ayer, la triste falta de cultura ecológica y los pocos modales de aseo y ornato de muchos de los visitantes que acuden a estos parques.
Es así, como en el sector de Chabunco, el panorama era deplorable, los receptáculos habilitados para la recolección de basura estaban sobrepasados en su totalidad. Si bien, se han instalado dos grandes bateas en el área, una de ellas en el sector poniente del parque y otra en el borde costero, las personas continúan dejando sus bolsas a los costados de los fogones que existen en el lugar, o bien, colgadas en las ramas de los árboles. Claramente con ánimo de mantener limpia el área, pero sin considerar que con el tiempo, las bolsas se romperán y la basura quedará esparcida, provocando severos daños ecológicos y una contaminación visual importante, en el popular parque.
Botellas, cajas, restos de comida y papeles de regalo son algunos de los desperdicios que rebasaban los depósitos de basura apostados en el lugar. Además, las letrinas instaladas presentan rayados y son utilizadas como verdaderos basureros, ya que personas inconscientes arrojan en su interior todo tipo de desechos, inclusive, botellas quebradas, representando esto un riesgo para quienes necesiten utilizarlas.
Preocupa también la cantidad de perros que deambulan por el lugar, algunos de ellos, cachorros los cuales merodean rompiendo las bolsas que encuentran a su alcance, buscando restos de comida para alimentarse.
Si bien queda de manifiesto que la intención de los visitantes es reunir sus desechos y embolsarlos, aún no se adopta la conducta de buscar basureros vacíos para depositarlos o mejor aún llevar de vuelta los paquetes, con desperdicios para deshacerse de ellos en sus domicilios.
En tanto, en el Parque María Behety, no se observaba basura esparcida en el sector de picnic, salvo papeles y bolsas plásticas. Sin embargo, el sendero pavimentado que recorre el interior del espacio verde, se encuentra repleto de excremento de animales de corral, que merodean en el sitio, dando un aspecto horrendo y un olor repugnante a los que visitan este espacio recreacional.
En este parque también se instaló un gran receptáculo para la recepción de desechos, el cual tempranamente había sido limpiado. Junto con esto, se realizó un recorrido al interior del parque en búsqueda de la basura que dejaron quienes fueron de paseo el fin de semana.
Marcelo Velásquez, encargado de áreas verdes de la municipalidad, hizo hincapié en que “las bateas están instaladas desde que se comenzó a trabajar con Servitrans, y la basura depositada ahí, se retira periódicamente, en tanto la de los basureros más pequeños, se retira con la ayuda del programa de absorción de desempleo, a lo menos tres veces por semana”. El funcionario también indicó que se realizan tareas similares en el Parque María Behety y que debe ser la conciencia de la comunidad la que permita mantener el trabajo que ahí se realiza. Al finalizar Velásquez puntualizó que en estas fechas se refuerza el trabajo de ornato en estos sectores, con motivo de la gran cantidad de público que los visita.