Durante la jornada de ayer, personal de la empresa constructora Bravo e Izquierdo realizó una visita al teatro municipal de Punta Arenas, para comprobar in situ, el real daño ocasionado por el desprendimiento del cielo raso del recinto, hecho que causó diversos daños estructurales. El gerente regional de la constructora, Pedro Izquierdo, señaló que es necesario que un ingeniero calculista se haga parte de los trabajos, con el fin de poder establecer los daños estructurales de la antigua construcción, además de un sinnúmero de faenas extras, que no estaban contempladas en la licitación que se adjudicó Bravo e Izquierdo, debido al reciente desprendimiento.
En tanto el alcalde Vladimiro Mimica estimó que la reconstrucción del emblemático edificio tendrá un costo de más de 400 millones de pesos, que en los próximos días serían solicitados al gobierno regional, con el fin de empezar cuánto antes las operaciones de reconstrucción. De hecho la próxima semana se iniciará la demolición de las partes afectadas por el desprendimiento.
Otro de los personeros políticos que ha estado presente en dependencias del teatro es el concejal José Aguilante, quien señaló que el deterioro de gran parte de la techumbre del recinto cultural, debiera significar acordar con la empresa constructora una redefinición de las obras.
“Esto por cuanto, antes del derrumbe, el proyecto consultaba la reparación de las cerchas dañadas al interior del recinto y los deterioros posteriores aparecen como un daño estructural extraordinario que debe ser evaluado técnicamente”.
Una vez que esto ocurra lo que cabe es solicitar una obra extraordinaria al CORE, hecho que está consagrado en la ley de presupuestos y que podría significar la entrega de un suplemento de un 10% del costo total del proyecto.