
El estado en que llegan a encontrarse personas, durmiendo en el piso, orinados o con fuerte hedor que emana de ellos, hace que la comunidad critique duramente a las autoridades, por no tomar medidas al respecto. La sensación de inseguridad que se proyecta en las calles es evidente y se ve reflejada en los constantes llamados que se realizan a los servicios de emergencias denunciando estas conductas.
Sin embargo, es poco lo que carabineros puede realizar al respecto. El mayor Hernán Benavides, señaló que “el consumo de bebidas alcohólicas o el encontrarse en estado de ebriedad en la vía pública no son constitutivos de falta o delito, sólo están tipificados como infracciones a la Ley de Alcoholes”. Además indicó que “si bien, una persona puede ser requerida por reincidencia de dichos actos, sólo se entrega este antecedente al Juez de Policía Local, para que considere la condición de ‘enfermedad’ que sufre la persona y pueda disponer de una sanción pecuniaria si es que el tribunal así lo determinara”.
El procedimiento que dispone la policía uniformada en este tipo de casos es “trasladar al ciudadano hasta el hospital para constatar lesiones y posteriormente conducirlo hasta su domicilio, o bien a la 1ª Comisaria hasta que se recupere de su estado de intemperancia” finalizó Benavides.
Por su parte, el Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONACE), si bien interviene directamente a las personas con problemas de adicción en nuestra región, advierte que la problemática no es sólo de las autoridades, sino también de la comunidad en general, la aceptación social de la ingesta de bebidas es la puerta de entrada al consumo descontrolado de estas sustancias.
Jennifer Rojas, coordinadora regional, explica que “contamos con el programa intensivo para adultos que atiende a personas con consumo problemático de alcohol y otras drogas y se trabaja en conjunto con el Servicio de Salud de Magallanes. En este programa se entrega ayuda sicosocial a quienes reinciden en conductas nocivas para su salud y con esto intentamos brindar la ayuda que requieren esas personas”. Finalmente recalcó la coordinadora “no podemos desconocer que es nuestra realidad y si bien no tenemos ingreso de drogas duras a nuestra zona, sí sufrimos de un consumo problemático de alcohol”, concluyó Rojas.