
El presidente del sindicato, Alejandro Avendaño Gallardo, expresó desde la zona centro del país, que “la única responsabilidad de esta alza es del actual gobierno”, recordando que el directorio de Enap está compuesto por el ministro de Energía, Ricardo Raineri, quien además es presidente del directorio; el ministro de Minería, Laurence Golborne y el vicepresidente de Corfo, Hernán Cheyre. “Son ellos quienes aprueban las alzas y hoy ni las autoridades locales ni nacionales quieren transparentar y dar la cara”, dijo enfático Avendaño.
Los miembros del directorio del sindicato, hacen hincapié en que Enap hoy vende el gas residencial a Gasco a US$ 2,27 el millón de BTU considerando que dicho valor “está muy por debajo del costo del gas a boca de pozo, siendo aquí donde la estatal está subsidiando el gas domiciliario traspasando este costo a la empresa, la que luego lo asume como pérdida. Y peor aún, después el gobierno nos acusa de ser una empresa ineficiente que genera pérdidas”.
Asimismo, insisten en que la solución la tiene el gobierno, el cual debe entregar un subsidio mayor por el gas y no cargar ese costo como pérdida para Enap. Para citar un ejemplo, comentan que “el metro de Santiago no se financia, trabaja a pérdida, y a quien se le ocurríría no subsidiarlo o bajarle el subsidio si cumple un rol social”. En este aspecto, manifiestan que aquí también Enap cumple un rol social y debe entregar este mayor subsidio, sobre todo cuando este valor comparado con el metro, representa un bajo costo.
Por otro lado, el Sindicato de Trabajadores de Enap critica que “nada se dice sobre cuánto aplica Gasco a nuestro consumo. Lo que hoy Enap le vende a Gasco a US$ 2,27 dólares el millón de BTU, lo traspasará a los clientes a US$ 4,5 el millón de BTU y cuando aplicamos el valor de cargo fijo que asciende a los $ 590, el arriendo de medidor que llega a los $ 750, más el valor de corrección de presión que Gasco le aplica a los metros cúblicos consumidos, son detalles que deberían venir en la boleta y no se incluyen, ya que el valor del metro cúbico de gas se ve aumentado”.
Sin embargo, dejan en claro que sus reclamos no pasan por las ganancias de Gasco, pero dejan en claro que esta empresa “se ha hecho exitosa a costa del contrato que tiene en la distribución de gas en Magallanes, lo que nadie puede desconocer”. Por ello, como sindicato, insisten en su postura de que Enap debe ser el distribuidor directo a la comunidad, pero cuestionan el hecho que no se quiere tocar a una empresa privada como es Gasco.
A partir de aquello, Avendaño expresó que “debemos seguir luchando porque la solución la entregue el gobierno y poder obtener el compromiso que de aquí a un plazo prudente se encargue un proyecto a Enap de estudiar cuánto costaría volver a la distribución directa y conocer de una vez por todas los términos del primer contrato que suscribió el gobierno militar de la época y Gasco por el contrato entre Enap y la firma que entrega el suministro.