Los continuos errores del Gobierno en el manejo de la crisis en Magallanes

General
13/01/2011 a las 10:15
Cada paso que ha dado el Gobierno para tratar de solucionar el conflicto que se generó en la Región de Magallanes por el alza en el precio del gas, ha sido negativo. Las propias figuras emblemáticas de Renovación Nacional (RN) han confirmado públicamente que la estrategia que utilizó el Ejecutivo para anunciar a la comunidad el reajuste en el valor del gas y la manera en que ha intentado manejar el movimiento social que se desató han sido deficientes, dejando entrever un “déficit político de envergadura”, en palabras de Andrés Allamand.
El primer cuestionamiento, que sigue rondando entre la comunidad, es por qué las autoridades locales y centrales no convocaron a los dirigentes de la Asamblea Ciudadana para entablar una mesa de trabajo desde que se concretó la primera marcha, que reunió en la Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero, a más de siete mil personas.
Claramente, porque las advertencias que realizó el movimiento sobre las nuevas convocatorias y el paro regional, no quisieron ser entendidas en su magnitud y, la autoridad, decidió volverse un espectador de lo que ocurría, esperando ver qué tan exitosos se volvían los llamados para, después, salir a dar explicaciones.
El domingo pasado, cuando cerca de diez mil personas acogieron el llamado para participar del acto artístico cultural, La Moneda trabajaba para definir lo que sería su respuesta a la carta que envió la Asamblea Ciudadana de Magallanes (ACM), en la que se solicitaba la anulación del alza, la salida de la intendenta Liliana Kusanovic y crear una mesa de trabajo.
Para sorpresa de todos, el lunes pasado al mediodía, los ministros del Interior, Energía y Minería; Rodrigo Hinzpeter, Ricardo Raineri y Laurence Golborne, respectivamente, hicieron un punto de prensa para confirmar la decisión del Gobierno y para repetir las medidas paliativas que se habían dado a conocer el viernes, las que consisten en la entrega de calentadores más eficientes, aislamiento de las viviendas, tres mil nuevos subsidios y el aceleramiento del trabajo de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética.
Considerando que los anuncios no se ajustaban a lo requerido, la ACM confirmó que el paro regional indefinido se iba a realizar. Paralelamente, la imagen de los tres secretarios de Estado fue fuertemente criticada por los magallánicos, perdiendo cercanía y credibilidad entre los ciudadanos. Además, la advertencia sobre el resguardo de la seguridad pública que realizó Hinzpeter en esa misma oportunidad, fue recibida a nivel local casi como una amenaza.
Ante el convencimiento de la organización respecto de cumplir su palabra y paralizar la zona, de manera sorpresiva arribó a Magallanes el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, quien en ese momento se convirtió en la alternativa de último minuto para detener el paro, sin embargo, llevó adelante una “jugada” que a todas luces tampoco era asertiva, pues convocó a los alcaldes de Punta Arenas, Vladimiro Mimica Cárcamo y de Puerto Natales, Fernando Paredes para negociar una posible salida al conflicto, a pesar de que nunca fueron reconocidos como interlocutores válidos por la Asamblea.
El encuentro, que se extendió por cerca de seis horas, no tenía validez para los dirigentes sociales, ya que han enfatizado que los ediles no los representaban, por lo que aunque se haya conseguido aplazar la puesta en marcha del reajuste o lo que se hubiese planteado, no iba a ser reconocido por lo líderes y todo se iba a desarrollar de la misma forma como se había establecido con anterioridad. Aun así, ambas partes insistían en dialogar, y el gobierno en llegar a acuerdos con personas que no tienen legitimidad entre quienes se han convertido en la fuerza generadora de las manifestaciones.
El subsecretario Ubilla manifestó que había llegado a Magallanes a sostener una reunión que fue propuesta por la intendenta, quien habría visto una “puerta de salida” al conflicto, en base a lo que les habían manifestado los jefes comunales el día anterior, sin embargo, él mismo la calificó como un fracaso, por lo que todavía no se conoce su real aporte para detener el conflicto.
Además, en los micrófonos de Pingüino Radio, la autoridad explicó que también está en la región, porque la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), mostró la disposición de aplazar la puesta en marcha del alza hasta el 1 de marzo, idea que no fue acogida por los ediles, pero que para el Gobierno intenta ser su muestra de que está abierto al diálogo.
De esta manera el Ejecutivo sigue transitando en un riel que todavía no se cruza con el de la organización que está llevando adelante el paro regional. La duda ahora es si seguirán involucrándose autoridades en la materia exponiéndose al repudio de los magallánicos, como ya lo está sufriendo la intendenta, los tres ministros y el propio Presidente Sebastián Piñera o, de una vez por todas, se creará una mesa de trabajo con personas que tengan un mayor manejo político y que conozcan la realidad de la región para crear los caminos que todavía las autoridades no los descubren.

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