Si bien la atención respecto de lo que pueda ocurrir con el alza en la tarifa del gas escaló y han debido viajar hasta Magallanes autoridades centrales y, a su vez, referentes locales se trasladaron hasta la capital. Concluido el auge de las manifestaciones, deberá ser solucionado un tema importante, como será “levantar” la imagen de la intendenta Liliana Kusanovic.
La alineada postura que defendió la máxima autoridad regional respecto de respaldar el reajuste en la tarifa del gas, no sólo afectó su aprobación ante la comunidad, sino que también perdió el respaldo político de los partidos oficialistas: la Unión Demócrata Independiente (UDI) y de Renovación Nacional (RN), este último, motivado además por el “caso del cartel”, el que habría transportado el jefe de Gabinete de la Gobernación, Víctor Cárcamo, pidiendo la salida de Kusanovic para que asumiera la autoridad provincial, Gloria Vilicic.
Ante esto, la intendenta no tiene un respaldo sólido que le permita generar “bonos” al gobierno central, quienes están siguiendo de cerca su gestión e, incluso, las declaraciones que emite sobre el conflicto por el alza en el precio del gas.
Este trabajo de reposicionamiento será a largo plazo y basada en estrategias comunicacionales, sin embargo, no se descarta que se solicite la renuncia a Kusanovic y quien asuma debe ser bien resguardada por personeros con un mayor manejo político, lo que más se la ha criticado a los cercanos a la intendenta.