Los ribetes internacionales que tomó el paro indefinido al que fueron convocados los habitantes de Magallanes, en protesta por la decisión del gobierno de aplicar un alza desmesurada del precio del gas domiciliario, generó un colapso de miles de turistas. Literalmente denunciaron sentirse “atrapados” en suelo chileno, al no poder abandonar el territorio por el bloqueo de las rutas. La situación más conflictiva fue la de Tierra del Fuego, donde los manifestantes impidieron el uso de los transbordadores que hacen el cruce en Bahía Azul. Esta es la única conexión que tienen los argentinos para salir o llegar a la Patagonia desde Ushuaia o Río Grande.
Lo que partió como una pequeña bola de nieve terminó transformándose en una avalancha imparable. Dicen que los magallánicos fueron subestimados por el gobierno, al punto de no medir las consecuencias de lo que esto traería a la administración Piñera y que finalmente provocó que rodara la cabeza del ministro Raineri.
Consulado
Las oficinas del consulado argentino en Punta Arenas ayer eran una “olla a presión”. Centenares de personas llegaron a pedir ayuda y fueron atendidos por el cónsul adjunto, Marcelo Balbi, quien estos días se encuentra a la cabeza de la representación diplomática, por vacaciones del titular Martín Rivolta.
Asumiendo una suerte de vocería del grupo, que en esos momentos estaba en ese lugar, Francisco Imarai dijo que lamentaba mucho esta situación por todo lo que ha significado para los cientos de argentinos que no pueden salir del país. En su caso, con 78 años de edad, tuvo que caminar muchísimo para llegar a Punta Arenas, porque el auto que guiaba lo tuvo que dejar en el bloqueo carretero.
Otro argentino, que viajó con su familia de Ushuaia a Punta Arenas, clamó para que los dejen salir. “Personalmente nos están amargando la vida, porque tenemos muchos compromisos que cumplir y se nos acabó el dinero. Entiendo que ustedes tengan que protestar, pero que afecten a los demás no lo entiendo”. Dijo que fue impresionante ver gente adulta y con niños caminando por la carretera. “Esto es una vergüenza y creo que no nos merecemos este trato. Tardamos mil años para tener libertad y ahora nos privan de ella. Hermanos, ustedes deben dejarnos salir”, señaló amargado Carlos Pontiglio.
Otro matrimonio que esperaba una solución al conflicto era Diego Fidalgo y su esposa Nancy, quienes vinieron con lo puesto a Punta Arenas porque una hermana sufrió un accidente de tránsito, y están sin poder volver a su país.
Ayer, una treintena de ciudadanos argentinos recibieron almuerzo en un céntrico restaurante.
Incluso medio centenar de turistas llegó a las afueras del liceo San José, donde se desarrolló la fracasada reunión, solicitando que los dejen salir de Punta Arenas.
Argentina
Al otro lado de la frontera el conflicto provocó reacciones y gestiones al más alto nivel.
Según informó ayer www.puranoticia.cl “la gobernadora de la provincia argentina de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, llamó a la Presidenta de ese país a intervenir en el conflicto del gas que mantiene la Región de Magallanes, a fin de evitar que la paralización de actividades en Chile derive en un aislamiento fronterizo en territorio trasandino”.
“Ríos se contactó con el ministro argentino del Interior, Florencio Randazzo, para manifestar su “preocupación” pues consideró que la situación es de “enorme gravedad” y detalló que el paro perjudica a mil fueguinos que se encuentran varados en la zona sur de Chile”.
“El conflicto impide el ingreso y egreso de transporte comercial y de ciudadanos fueguinos, así como también la provisión de productos primarios, medicamentos, combustibles, materias primas”, expuso Ríos.
En Tierra del Fuego se estima que el bloqueo del cruce por el estrecho de Magallanes afecta a cerca de 2.500 personas, la mayoría argentinos.
Cabe recordar que el paso del sector Bahía Azul, en territorio chileno, es la única vía que tienen los habitantes de Río Grande y Ushuahia, en la parte argentina de Tierra del Fuego, para dirigirse a Río Gallegos y el norte del país.
“Entre los atrapados, hay familias con niños pequeños que desde ayer están sin comida y sólo han recibido un poco de alimentos que trajo Carabineros desde un pueblo cercano. Los momentos de mayor tensión se registran cuando los automovilistas argentinos comienzan a presionar a la policía chilena para que traiga una barcaza que los pueda sacar del lugar”, consignó www.surenio.com.ar
Emergencia consular
El cónsul argentino adjunto, Marcelo Balbi, coincidió en que la situación es muy compleja y crítica para sus compatriotas, más de 500 solamente en Punta Arenas, los cuales han llegado a la representación consular a pedir ayuda. Habló de contactos realizados a nivel del embajador de Argentina en Chile y la cancillería transandina, frente a lo que calificó de “emergencia consular”. Todos piden que los dejen abandonar nuestro país, pero se encuentran con los bloqueos de carretera.