El paro indefinido por el alza del gas en Magallanes entra hoy en su quinto día y las paciencias comienzan a agotarse. Ayer en la mañana, la Asamblea Ciudadana de Magallanes (ACM) dio a conocer una serie de medidas que buscaban descomprimir situaciones que afligen a turistas extranjeros. Pero en las calles de Punta Arenas el descontento por la prolongación de la movilización se hizo sentir debido a las dificultades que se viven ante las dificultades para comprar insumos en los supermercados y la escasez de combustible que incomoda a la mayoría de la población. Ayer nuevamente las tratativas por buscar una solución al conflicto del gas fracasaron, pese a la apertura al diálogo que se logró.
En la tarde del viernes y al no llegar a acuerdos, el obispo de Punta Arenas, monseñor Bernardo Bastres, se había retirado resignado de la mesa de diálogo, pero en la mañana de ayer y ante numerosas solicitudes de los parlamentarios magallánicos decidió retomar su rol de facilitador. Al mediodía, los congresistas Carolina Goic (DC), Carlos Bianchi (Independiente) y Pedro Muñoz (PS) señalaron públicamente que su objetivo apuntaba a volver a acercar las posiciones. “Queremos seguir siendo facilitadores de diálogo”, dijo Muñoz, en tanto que Goic responsabilizaba al Gobierno.
Minutos después hablo el diputado Miodrag Marinovic en una entrevista radial, donde dijo que “aquí tiene que primar la cordura y la razón. Hoy hemos ganado un gran espacio en el país, la comunidad ha entendido el tremendo costo que significa para nosotros el tema del gas”.
Pero había posturas endurecidas e intransigencia que serían muy difíciles de solucionar. Varios actores del conflicto anhelaban hacer reflexionar a la ciudadanía ante la propuesta gubernamental del 3% por 10 meses. Tras intensas gestiones posteriores, en las que cumplió un rol fundamental el obispo Bernardo Bastres, se logró acordar una reunión para las 18 horas en el Obispado de Punta Arenas. Ahí se convocó a los máximos representantes de la ACM, los parlamentarios, miembros del capitulo regional de municipalidades, además de representantes de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y la AGIA. Previamente, los integrantes de la Asamblea habían sostenido un encuentro con dirigentes vecinales, para sondear los ánimos de la ciudadanía frente al paro y la oferta del Gobierno, lo que al parecer pesó para que mantuvieran la inflexibilidad de que no se aplicara un alza del gas.
Decisión que dividió posturas al interior del movimiento por el hecho de que para los alcaldes y sus respectivos concejos, además de los gremios del sector productivo la propuesta del Gobierno mostraba la posibilidad cierta de descomprimir la desazón de la ciudadanía. En cambio para la Asamblea, el 3% no daba ninguna garantía de que el proyecto de ley que se trabajase, facultase la definición de un porcentaje que no apuntara al alza antes de retornar al 16,8% después del 21 de septiembre de este año.
Contacto con Piñera
En la mañana de ayer, el celular de monseñor Bastres sonó fuertemente. Al otro lado de la línea el Presidente Sebastián Piñera lo saludaba cordialmente y el prelado le señalaba lo planteado en las reuniones del viernes (anteayer) y la máxima autoridad de la Iglesia Católica de Magallanes aprovechó para plantearle si podía haber alguna nueva propuesta del Ejecutivo, pero el Mandatario fue enfático y le señaló que era imposible bajar la oferta correspondiente al 3%, que es el IPC del año 2010. Bastres le insistió que sólo un bajo porcentaje de la población de la región se vería beneficiado con los puntos que plantea el gobierno y, por ejemplo, la clase media se veía muy desprotegida ante el alza en la tarifa.
En la cita la postura de la ACM no varió. A la reunión en calle José Fagnano, los ediles llegaron con la postura del 3%, lo mismo que la CPC y la AGIA. Pasadas las 20.30 horas salieron de las oficinas bastante molestos los senadores Bianchi y Muñoz. Pensaron incluso dar un paso al costado, debido a que no estaban llegando a ningún acuerdo y las posturas se habían endurecido. Pero a los pocos minutos regresaron. El mismo obispo Bastres le pidió a Bianchi que volviera y Francisco Alarcón intentó convencer a Muñoz, quien manifestó que “nos debemos a la gente y por eso nos sentaremos a hacer todo lo posible”.
Ambos parlamentarios retornaron, pero adentro del obispado las posturas estaban alejadas y eso que allí no estaba presente la postura del Ejecutivo, que en la región está siendo representado por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, quien fue blanco de numerosas críticas por no hacerse presente en el diálogo, ni comunicarse ayer con los involucrados en las reuniones.
A la salida de la reunión hubo diversas reacciones: “El 3% es mentiroso, pensamos que se llegaría con una propuesta distinta, pero lamentamos mucho que el Gobierno mantenga la soberbia”, dijo como vocero de la ACM tras la cita, Marcelino Aguayo.
Por su parte, el alcalde Vladimiro Mimica señaló: “El capítulo regional de municipalidades está de acuerdo con el alza del 3%, porque la situación ya se ha tornado insostenible y esto es nada más un tema de voluntad política, no técnica del Gobierno porque pasa por la decisión del Presidente”.
Muy preocupado se mostró Bianchi y manifestó que “hemos llegado a una situación sin salida, con ausencia de autoridad, por lo que nos vamos con la tarea de buscar la forma de revertir esta situación. Espero que el subsecretario del Interior no se vaya de la región sin dar una solución”.
A su vez, Dalivor Eterovic señaló que “el acuerdo no fue posible alcanzarlo porque no estuvieron los principales responsables de la situación. El 16,8% se viene para la región por culpa del Gobierno, por lo que ellos deben asumir la responsabilidad”.
Bastres nuevamente terminó resignado y señaló que prefería apartarse de las negociaciones.