La supuesta salida al conflicto por el gas en la Región de Magallanes, que se esperaba podría quedar resuelta el viernes, en la segunda ronda de negociaciones de la mesa de diálogo constituida por la Asamblea Ciudadana de Magallanes (ACM). El Gobierno y otros actores tras el distanciamiento de los acercamientos a los que se había llegado en las últimas horas, abrió una nueva arista de debate en el marco de un paro regional que ya se ha extendido por 72 horas y que ha dejado pérdidas por casi $ 1.000 millones diarios.
Y es que parte de la ciudadanía ha entrado de lleno en la reflexión de cuánto más es lo que va a poder aguantar la situación si las posturas de ambas partes no ceden. El desgaste es visible, mostrándose con fuerza cuando es la misma gente la que se comunica con los medios, como la radio, para expresar su cansancio ante la medida de presión.
La realidad, sin embargo, es que -hasta el cierre de esta edición- la ACM se mantenía en su postura de rechazo rotundo a la oferta del 3% de alza por 10 meses que propuso el Gobierno como última alternativa a la resolución del problema, y con ello, ratificó la continuación del paro.
Con el propósito de salir a aclarar los alcances de la toma de esta determinación, el vocero de la Asamblea , José Hernández, ayer dijo que el asunto que tenía entrampadas las negociaciones no era el porcentaje sino de una diferencia de pensamiento con el gobierno que nadie más que ellos, a su juicio, ve.
“El 3% que nos ofrece el Gobierno no nos complica, nuestra propuesta era a 10 meses y se aceptó, pero para eso hay que elaborar las línea en la mesa de trabajo que tenemos en la región para que se transforme en un proyecto de ley y el que tiene que presentar ese proyecto de ley al Congreso es el Ejecutivo, y todos sabemos que ellos tienen su tiempo para hacer este trabajo. Durante los 10 meses si no se logra, nos van a aplicar igual el 16,8%, entonces no es que nos estemos negando al 3%, sino que a una situación que no está completamente clara, no está garantizada bajo ningún punto de vista”, señaló el dirigente.
Se aleja de esta forma, del planteamiento postulado por el diputado independiente Miodrag Marinovic, quien, sumándose a la idea de los demás parlamentarios regionalistas de pedir al obispo Bastres acercar a las partes nuevamente en una mesa de diálogo “lo más pronto posible” (ver página 2), dijo que había que actuar con inteligencia y no ser inflexibles porque mucho se podía perder si esa era la posición. “Estaríamos equivocándonos si aceptamos así la oferta y después la comunidad nos va a pasar la cuenta, por lo tanto, tenemos que ser muy responsables, muy serios, a diferencia de lo que se ha pretendido decir, que poco menos que estamos rechazando la oportunidad de la vida, eso no es efectivo”, indicó Hernández.
