La intervención del prelado ha sido determinante en las negociaciones, entre la Asamblea Ciudadana y el Gobierno, coordinando los acercamientos e incluso siendo mediador de los mas álgidos debates. La primera autoridad de la Iglesia Católica en la Región de Magallanes ha sido un intenso “facilitador” en el conflicto suscitado por el alza del gas. Fue él quien realizó las primeras gestiones de acercamiento entre el gobierno central y los representantes locales e incluso ha sostenido contactos telefónicos con el Presidente Sebastián Piñera, informando de los avances alcanzados en las reuniones entre los diferentes actores.
Es imborrable la imagen del sacerdote dando a conocer a los medios de prensa que no se habían obtenido resultados positivos en el extenso cónclave que sostuvieran los dirigentes ciudadanos y el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
Respecto de la tensión que se vive en la región producto de la paralización, el prelado llama a la tolerancia de la ciudadanía: “Cuando hay conflicto la tensión crece indudablemente, pero en la medida que cada uno respete al otro es legítimo. En un sistema democrático es válido que quien esté contento celebre, sin afectar al que no lo esté tanto”. En su calidad de consejero espiritual, ha tenido la oportunidad de compartir de manera cercana con los manifestantes en los sectores más duros del paro, y ante ello rescata: “La gente dialogando entiende. He tenido que interceder en los bloqueos para que personas que realmente lo necesitan puedan pasar estos cierres, y he visto cómo la buena voluntad de los manifestantes está presente, mientras se dialogue con ellos”, señala.
Además, agrega que “a mi parecer, estas personas se han manifestado de la mejor manera, si bien no a todos les agrada la forma en que actúan, hay que rescatar que son ellos los que ven que si una persona necesita el libre tránsito no ponen mayores problemas”.
Negociaciones
“Debo señalar que no hay frustración de mi parte, por el contrario, me siento feliz de la tarea que hemos desempeñado, yo he puesto todo de mi parte para conseguir que las dos partes se puedan sentar a conversar y me alegro que el Gobierno haya mostrado un importante gesto de acercamiento al diálogo. Yo serví de mediador, he continuado en esa labor y lo haré si me lo piden, lo que espero es que las partes en respeto mutuo, puedan llegar a un entendimiento”, dice.
Finalmente el sacerdote cree que lo único que está faltando en este diálogo es el ceder de ambas partes, es imposible pensar, señala, que en una negociación no haya que demostrar flexibilidad en las propuestas. “Me imagino que estos días de calma que hubieron hayan servido para que gobierno y asamblea hayan reflexionado respecto a sus propuestas y puedan pronto encontrar un consenso”. Concluyó Bastres.