
El abogado defensor, Leonardo Vallejos, se opuso por considerar que las cantidades de la droga incautada no resultan suficientes para establecer un tráfico. La marihuana arrojó un peso de 11 gramos, el éxtasis son cuatro comprimidos, el envoltorio de metanfetamina es cinco gramos y tres son las láminas de LSD. Y su cliente se declaró consumidor y no traficante. Y sobre los 1.800 pesos argentinos que le encontraron ($212.400) dijo que era dinero personal.
El magistrado compartió le teoría de la defensa, por considerar “exigua” la cantidad de droga, sin descartar el consumo personal que alegó el imputado, lo cual no está penado, así que rechazó la prisión preventiva. El fiscal no compartió la postura y presentó una apelación verbal en la misma audiencia. Así que la suerte del ciudadano argentino está en manos de los ministros del Tribunal de Alzada, quienes hoy deberán resolver si le otorgan la libertad o lo dejan en prisión preventiva.
Sea cual sea la decisión, desde ya se fijó un plazo de dos meses para el cierre de la investigación.
Jefe Narcóticos
El jefe de la Brigada Antinarcóticos de la PDI, comisario Héctor Valdés, se mostró sorprendido por el tipo de drogas, como la llamada “cristal”, de fuerte dependencia.
Lo que debe establecer la investigación es si los argentinos traían la droga para venderla, ya que se puede pensar que lo encontrado fue solamente una parte de lo que trajeron de su país de origen. La droga la compraban en Buenos Aires y vía correo les llegaba a Río Gallegos.