
Tocaciones
La fiscalía de Puerto Natales, representada en el juicio por el fiscal con especialidad en delitos sexuales, Fernando Dobson, acompañado por el fiscal (s) Daniel Soto, tuvo que probar la culpabilidad de Sánchez valiéndose del propio testimonio de las niñas y de peritos. Los delitos los cometió, primero, con una especie de periodo de seducción, donde sentaba a las niñas en sus piernas, para ir avanzando con las tocaciones hasta llegar a los genitales, hechos que se daban al interior de las salas de clases.
Sobre las tocaciones, la abogada defensora, María Fernanda Benavides dijo que no tenían el carácter de sexual, sino que eran “sólo caricias desmedidas de un profesor demasiado cariñoso”. Para los magistrados, la lógica indica que “tocar a niñas menores de edad de esa manera, no reviste tan sólo el carácter amistoso o de cariño que la defensa pretende, sino por el contrario, y como queda de manifiesto de la declaración de todas las menores afectadas, se trata de tocaciones de carácter sexual y libidinosas, siendo incomprensible otra motivación”. Por eso rechazaron tal argumentación de la defensa.
El acusado, al prestar declaración en el juicio, defendió su inocencia negando que haya tocado a las niñas en sus partes íntimas. Reconoce que fue cariñoso con los más pequeños y que tenía poca experiencia de trabajar con ellos.