El gobierno no sólo debió acoger las observaciones que realizó la Concertación a su proyecto para lograr la aprobación de la Reforma Educacional, sino que también se llegaron a otros acuerdos que involucran modificaciones al actual sistema de enseñanza. En este ambiente de modificaciones que ha liderado el Ministerio de Educación (Mineduc), ha reflotado el debate respecto de lo apropiado del actual proceso para ingresar a las diversas carreras, donde la autoridad ha demostrado acoger ciertas propuestas porque desde este año el puntaje de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) tendrá validez por dos años e, incluso, se está evaluando la posibilidad de fijar dos al año.
Pero hay otra arista que se está preparando y que involucra no utilizar el puntaje de la PSU para ingresar a la educación superior, aunque sí rendirla, en los casos de los jóvenes que presenten buen rendimiento pero alto nivel de vulnerabilidad socioeconómica.
La idea que se está afinando es que el 5% de quienes cumplan esas características, durante cuarto medio desempeñen un proceso de nivelación en los subsectores de Lenguaje y Comunicación y Matemática, además de gestión personal.
Una vez que concluyan ese proceso, podrán ingresar a las universidades que se sumen a este convenio y cursarán un bachillerato con plan común que, posteriormente, les dará la posibilidad de elegir la profesión en la cual formarse. Eso sí, cada plantel podrá fijar el número de vacantes para el ingreso a través de esta vía.
Uno de los puntos que no están finiquitados es cómo determinar las casas de estudios que se adherirán a este nuevo sistema y financiarán el plan de nivelación durante el último año de la enseñanza escolar de los alumnos. Además, se debe determinar si estos egresados serán becados o se les entregará un crédito; lo más probable es que accedan a la beca Excelencia Académica que cubre hasta
$ 1 millón anuales.
La principal fortaleza de esta propuesta es que los jóvenes que alcancen un buen puntaje en la PSU, pero no suficiente para la carrera que desean, puedan igualmente acceder a su anhelo. Además, el período cursando en el bachillerato demostrará la responsabilidad y capacidad para cumplir con la exigencia que imponen los estudios superiores antes de embarcarse en una profesión.
El seremi de Educación, Raúl Muñoz destacó esta iniciativa porque asegura que “acortará la brecha entre los establecimientos municipales y particulares subvencionados”, porque la nivelación que se les entregará “permitirá que aprendan materias que quizás no alcanzaron a ser enseñadas”, manifestó el docente.
Este sistema lo está aplicando en seis universidades de Chile, “pero el ministerio lo quiere ampliar y darle la oportunidad a los estudiantes que les va bien, son responsables, pero no presentan excelencia académica”, quienes en muchas oportunidades “pierden posibilidades porque las ayudas están mayormente dirigidas a calificaciones sobresalientes. Esta es una muestra de que el ministerio está preocupado de ampliar las oportunidades a quienes se esfuerzan”, puntualizó Muñoz.
Desde este año cinco universidades comenzarán a aplicar este sistema, el que es apoyado por Unesco y Fundación Equitas. En tanto, la Universidad de Santiago de Chile (Usach) entrega gratuidad en toda la carrera a los jóvenes que ingresan a la entidad a través de esta vía.