La violación que sufrió una mujer dejó al descubierto un largo historial de malos tratos y agresiones sexuales, que la víctima padecía en silencio por vergüenza a los hijos y a los vecinos. El martes en la madrugada fue nuevamente violada, sin embargo se propuso que fuera la última vez y decidió denunciar el delito a Carabineros.
Producto de ello fue detenido el agresor, identificado como Luis Jaime Soto Andrade, quien ayer pasó al Juzgado de Garantía. La fiscal Wendoline Acuña tomó la investigación y con los antecedentes que reunió lo formalizó por violación. Pidió la prisión preventiva y el juez Juan Villa la otorgó, por considerar que la libertad de esta persona constituye un peligro para la sociedad. Se fijó un plazo de dos meses para el cierre de la investigación judicial.
Las hijas y familiares de la víctima esperaron que el detenido llegara a tribunales, trámite que cumplió muy temprano personal de la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones (PDI). Cuando lo bajaron del vehículo una de las mujeres lo agredió en la cara con un manojo de llaves, además de recibir insultos.
Esto generó que Gendarmería reforzara la dotación al momento de la audiencia de control de detención, porque se esperaban reacciones violentas en contra del imputado.
Testimonio
Lo más impactante para las hijas que estaban en la sala, quienes rompieron en llanto, fue escuchar la declaración que su madre prestó a la PDI, donde reveló las vejaciones y malos tratos, que por años debió soportar de manos del detenido, quien fue su pareja durante dos años, pero esa relación terminó hace una década. Sin embargo esto el tipo no lo entendió ni aceptó nunca porque, según lo que se desprende del testimonio de la mujer, continuó visitándola. “Tuve una relación sentimental con él (Soto Andrade) pero decidí terminarla porque siempre fue una persona dominante, celoso y borracho. No me trataba bien. Siempre llegaba a la casa a buscar pelea y me insultaba”. La víctima dijo que intentó de todo para estar bien con su pareja. Lo cuidaba, lo aconsejaba, “pero el trago lo embarraba todo”. Incluso en más de una ocasión se gastó el dinero de los consumos básicos en licor. “Yo estuve enamorada, pero llegó un momento que tuve que echarlo de la casa”, lo que sucedió hace 10 años. Pero esta persona nunca aceptó este rompimiento y siguió molestándola.
“Los problemas que tenía con Jaime me daban vergüenza contarlos a mis hijos o a alguien de mi familia y por eso aguanté tanto”. Pese a transcurrir una década del rompimiento siempre le hacía escándalos en la casa. “Me obligaba a tener relaciones sexuales con él, pero esto me da mucha vergüenza y por eso callé tanto tiempo”.
La mujer declaró a la policía que este sentimiento fue lo que la inhibía de gritar, “para que no se enteraran los vecinos y al final no ponía resistencia. Sólo le pedía que me dejara tranquila y luego me ponía a llorar”.
Violación
Pero lo sucedido el martes fue la gota que rebasó el vaso. La víctima dijo que esa madrugada sintió que alguien saltó el cerco. “Fui a ver y me percaté que era Jaime (Soto) así que de inmediato llamé por teléfono a Carabineros. Pero tomó una pala y forzó la puerta del patio”. Añade en su relato que esta persona ingresó al dormitorio, “y me tiró con fuerza sobre la cama. Yo le pedía que por favor no me hiciera nada”. Sin importarle los ruegos de la mujer le sacó la ropa y justo cuando la iba a violar tocaron la puerta. Eran los carabineros que habían acudido al llamado de la mujer, pero el sujeto le tapó la boca con las manos y ella no pudo gritar así que los policías se retiraron. “En ese momento supe que me iba a violar y realmente me daba asco”.
Luego el antisocial se fue de la casa, como estaba acostumbrado a hacerlo, pero esta vez su víctima de tantas jornadas se decidió a denunciarlo y ahora está en prisión preventiva.
“Tengo mucho miedo con lo que me pueda suceder cuando abandone la cárcel”, declaró esta mujer que, por ahora, sentirá un gran alivio y tranquilidad.