Con el objetivo de “sacarse la espina” de probar uno de los refrigerios más emblemáticos de Punta Arenas, el biministro Laurence Golborne, se dirigió ayer en la mañana, a la espera del arribo del Jefe de Estado a Punta Arenas, al famoso Kiosco Roca para desayunar leche con plátano y choripan. A la salida del local, se dirigía rumbo a su vehículo estacionado frente a la intendencia cuando fue interceptado, cruzando la plaza, por los manifestantes y dirigentes de la Asamblea Ciudadana de Magallanes (ACM), que el día anterior habían convocado a movilizaciones por la visita de Sebastián Piñera en los sectores céntricos de cada ciudad de la región.
En signo de sorpresa reaccionó la gente cuando lo vio, por lo que los representantes ciudadanos no dudaron en acercarse a la autoridad para enrostrarle la indiferencia que tuvo el Mandatario con la ciudadanía.
Francisco Alarcón, dirigente de la CUT, fue el que increpó al biministro consultándole con un fuerte tono de voz el por qué el Presidente no estaba en la ciudad “dando la cara” y haciéndose responsable del conflicto que generó. Golborne, siempre sonriendo respondió en señal de diálogo, intentando calmar los ánimos y llamando también a conversar a los integrantes de la Asamblea pues como señaló “siempre se han creado los espacios para la participación ciudadana”.
Pidió respeto, asimismo, por la investidura del Presidente, señalando que “es el presidente de todos los chilenos y que está trabajando en una solución definitiva por, conflicto del gas.
No obstante, no logró salir del paso del descontento de la comunidad que al momento que se subió al automóvil que los trasladaría a la base aérea militar, se abalanzó encima cortando posteriormente el tráfico de calle Bories. Pese a ello, el vehículo consiguió avanzar y salir del impasse que se originó durante cinco minutos.