Un hombre identificado como Marcelo Alberto San Martín Bejarano, de 40 años, fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Punta Arenas en la mañana de ayer, luego de ser detenido durante la madrugada por carabineros. La aprehensión ocurrió debido a que su madre dio aviso de que el individuo la amenazaba con un cuchillo.
Relación de los hechos
El imputado se encontraba bebiendo en el domicilio que compartía con su madre, cuando al ser reclamado por ésta debido al estado de embriaguez en el que se encontraba, reaccionó de manera violenta, procediendo a insultarla y coger un cuchillo con el que la amenazó con quitarle la vida mientras la perseguía por el inmueble. Fue en ese momento que la víctima solicitó la presencia de la policía uniformada.
Al llegar carabineros retuvieron al imputado, quien empuñaba el arma corto punzante de 30 centímetros, trasladándolo hasta el hospital de Punta Arenas, lugar en que se constató su estado de intemperancia.
Control de detención
En la audiencia realizada en la mañana de ayer, el fiscal Oliver Ramsy formalizó al imputado por amenazas de muerte en el marco de violencia intrafamiliar, solicitando una pena de 541 días de presidio en caso de realizarse un juicio, dado a los antecedentes recabados por el Ministerio Público. En dicho acto estuvo presente también la madre del imputado, quien se sumó al fiscal como víctima del hecho ilícito y quien hizo uso de la palabra una vez conocida la pena que solicitaba la fiscalía.
La mujer, muy afectada dirigió sus palabras al juez Olivares: “Magistrado, yo pienso que la cárcel no es una solución para su problema, mi hijo es una linda persona cuando está bien, pero cuando toma se transforma en un monstruo. Usía le ruego que lo obliguen a someterse a un tratamiento, eso sería lo mejor para él”.
En tanto, el imputado, haciendo uso de la palabra, y ante la pregunta de si entendía los cargos que se le formulaban, dubitativamente asintió diciendo: “Si mi mamá dice que eso pasó, debe ser, porque yo no me acuerdo de nada”.
Finalmente, accediendo a la posibilidad de un juicio abreviado, San Martín fue condenado a 100 días de prisión efectiva y además a 181 días de prisión nocturna, producto de otras tres condenas que ya estaba pagando.
El imputado quedó con prohibición de acercarse a la víctima o a su domicilio, y deberá comenzar a cumplir su condena en diez días más.