Nuevamente la Contraloría Regional detectó falencias en los procedimientos que involucran las finanzas de una institución pública. Esta vez, es la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) la que no ha ajustado todos sus protocolos al funcionamiento legal y recomendado. En diciembre del año pasado, la entidad fiscalizadora llevó a cabo una auditoria de transacciones, donde se observó que la repartición no cuenta con una unidad de auditoría interna que supervise y controle los sistemas administrativos de los distintos procesos que ha implementado, lo que está a cargo de la Dirección Nacional de dicha entidad. No obstante, la Contraloría estima que “lo anterior implica que el organismo no ha evaluado los potenciales riesgos asociados al control de movimientos de fondos, ni el cumplimiento de la ley de Compras Públicas”.
Se añade que el libro banco está desarrollado en una planilla de Excel, “situación que afecta la confiabilidad y resguardo de la información, ya que el sistema es susceptible a modificar y eliminar los registros que contiene”, consigna la institución investigadora. Además, el saldo del libro banco al 31 de diciembre de 2009, posee un saldo de cero peso, monto que no coincide con la contabilidad registrada en el libro mayor, que arroja el Sistema de la Gestión Financiera (Sigfe) en el balance de comprobación y saldos, pues la cifra asciende a $ 700 mil.
La Contraloría Regional también investigó las cuentas corrientes, indicando que en la nombrada Bienes y Servicios, “de diversos cheques girados en diciembre de 2009, registrados en el Sigfe y en el libro de bancos, y que en la cartola bancaria se singularizan con un número distinto, por un monto de $ 3.189.206”, se detalla en el informe. Esta misma observación se detectó en la cuenta corriente Viáticos, durante esa misma fecha, pero la cifra llegó a
$ 3.936.656.
Asimismo, el organismo fiscalizador instruyó a la Junji para que tome las medidas correspondientes que eviten la reiteración de faltas como: en la documentación de respaldo del comprobante de egreso, de julio de 2009 por
$ 21.321.961, correspondiente al tercer estado de pago de la ampliación del nivel sala cuna del jardín infantil Laguna Azul, presentado por la empresa Socomag, no se adjunta la recepción provisoria, lo que no se ajusta al contrato, pues este indica que se realizará el tercer pago previa recepción provisoria de los trabajos sin observaciones.
Las boletas de garantías por $ 4.912.913 y $ 167.031, ambas de noviembre de 2009, fueron devueltas, sin embargo, la Junji “no tuvo a la vista la recepción definitiva de la obra de ampliación del nivel sala cuna del jardín infantil Laguna Azul”, afirma la Contraloría.
A pesar de tener que haber efectuado la recepción de obras de los trabajos de ampliación del jardín infantil Las Charitas, el 13 de noviembre de 2009, esto aún no se realiza. Se agrega que no se han devuelto las boletas de garantías por $ 7.564.621 y $ 690.272, las que tenían vencimiento en noviembre de 2009.
Todas estas observaciones deberán ser regularizadas a la brevedad, pues serán consideradas en la próxima fiscalización que efectúe la Contraloría.
Gravedad
El único hecho que derivó en la instrucción de un sumario administrativo, es lo sucedido con un funcionario que, según las pericias del organismo fiscalizador, detectó que en el período enero y marzo a diciembre de 2009, lo que involucra 233 días hábiles de trabajo, sólo registra 55 días de asistencia. Además, se confirmó que existe falta de control de las horas aceptadas por permisos gremiales.
Esto se volvió a repetir el año pasado, cuando el mismo empleado de 189 días hábiles de trabajo, que involucra de enero a octubre, sólo concurrió 39 días. A su vez, esta misma persona registra 70 días de inasistencia sin justificación. Estas ausencias no están respaldadas con una evidencia formal de dichos permisos.