La mayoría de las casas de estudios fijan la fecha de ingreso a clases durante la segunda semana de marzo para los alumnos nuevos y dejan la tercera semana del mismo mes para que los estudiantes antiguos retomen sus obligaciones. Por esto, actualmente la gran mayoría está en plenas vacaciones sin siquiera pensar qué será de ellos el próximo mes, porque aún les resta mucho de playa, ocio y carrete.
Sin embargo, tanto relajo pasa la cuenta, porque a pesar de no estar iniciado el año académico, igualmente hay responsabilidades que se deben cumplir y que, en muchas oportunidades, se dejan para última hora, debiendo pagar el alto costo durante meses.
Este es el caso de los jóvenes que dejan para última hora el trámite de escoger los ramos y conformar su horario. Cuando se pasa a segundo año de la carrera, las instituciones obligan a los estudiantes a elegir las asignaturas a seguir durante el semestre o todo el año, lo que debe ser realizado, la mayoría de las veces, durante vacaciones.
El problema de no cumplir con la diligencia lo antes posible, es que las vacantes de los cursos se agotan y después se debe elegir otras secciones que se topan con otros ramos, o que dejan “ventanas” muy extensas que no permiten hacer diversas actividades durante el día.
Es así como les sucede a algunos jóvenes que, al escoger sus asignaturas en marzo o fines de febrero, quedan con un ramo a primera hora y después deben esperar al mediodía para el siguiente, produciendo una gran pérdida de tiempo durante la mañana. Otras complicaciones se presentan cuando las clases no son continuadas y durante el año el joven decide trabajar, haciéndose más difícil calzar los horarios.
La recomendación en este sentido, es que los jóvenes consulten los plazos que dispondrá su entidad para cumplir con la elaboración de su horario, ya que en los casos más graves, si no hay más cupos, se puede perder el semestre al no alcanzar a sumarse al curso que corresponde. Asimismo, en algunas ocasiones los ramos son prerrequisitos para seguir otros, lo que genera una cadena de retraso en el cumplimiento de la malla curricular.
Las universidades y los institutos hace años dispusieron de una plataforma en su página web para que sus estudiantes puedan realizar este procedimiento, otorgando la máxima facilidad para que no se generen problemas. Ahora depende de los alumnos si aprovechan la oportunidad o lo dejan para última hora.
A esto, se debe sumar los trámites para la renovación de la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE), que permite cancelar una tarifa rebajada en el transporte público y, en el peor de los casos, realizar las diligencias para conseguir una nueva si es que se extravió durante las vacaciones. Esta herramienta permite un ahorro sustancial cada mes, por ello la importancia se asegurar su vigencia.
Técnicos
En tanto, para quienes aún no se matriculan, las diversas casas de estudios locales están atendiendo para las inscripciones de carreras técnicas, ya que este proceso se extiende más en relación al que involucra las disciplinas profesionales.
El problema es que a esta altura, no existen vacantes para todas las especialidades, por lo que los interesados deben acercarse a las instituciones y consultar si la carrera que ellos buscan, está disponible. No obstante, aún se pueden encontrar facilidades de pago y beneficios.