La noche del jueves se entregó a Carabineros el menor identificado con las iniciales R.S.M.A., de 17 años, quien reconoció participación en la agresión que el martes dejó en grave estado de salud a Alejandro Figueroa Mancilla, de 38 años. La víctima habría increpado en una multicancha de la Población Archipiélago de Chiloé, a unas menores que minutos antes supuestamente habían golpeado a sus hijas, quienes compraban en un almacén del sector.
Al llegar al lugar, Figueroa habría forcejeado fuertemente con una de las menores quien es la polola del imputado, provocando la ira del adolescente.
R.S.M.A cogió un madero de gran tamaño y golpeó brutalmente la cabeza del malogrado padre, quedando éste tendido en el piso con un profuso sangramiento. La víctima sufrió una fractura craneana de carácter grave.
El menor, al verse cercado por la indagación que realizaba la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros, contó a su madre lo ocurrido, y fue la mujer quien le aconsejó que se entregara a la justicia.
Fue así, como el jueves acudió en compañía de su progenitora hasta la Primera Comisaría de Carabineros. Tras ello, los efectivos policiales le informaron al fiscal de turno, quien dispuso se le citará a comparecer ante el tribunal de garantías de Punta Arenas.
Formalización
Con una sala llena de familiares, tanto de la víctima como del imputado se realizó el control de detención. El Ministerio Público, en voz del fiscal Oliver Rammsy, notificó al menor confeso de la investigación que se sigue en su contra como autor consumado del delito de homicidio simple en grado de frustrado. Se entregaron además antecedentes penales previos que posee el imputado, quien tiene condenas por hurto, daños, porte de arma blanca, amenazas y robo por sorpresa, información que fue relevante al momento de que el juez Villa dictaminara la prisión preventiva del menor por ser considerado un peligro para la sociedad.
Familiares
Previo a la audiencia de formalización, la cónyuge del herido, Janette Torres, relató los dramáticos momentos que se vivieron al ver el rostro desfigurado de su hija y a su esposo inmóvil desangrándose en el piso de la cancha: “Eran como 15 ó 20 chicos, unas niñas le pegaban a mi hija mientras mi marido se defendía de los cabros. De repente este niño apareció con un palo y le pegó en la cabeza a mi marido, le rompió el cráneo y cayó desplomado perdiendo sangre”, relató conmovida la mujer.
Torres agregó que “pensamos que nos iban a matar, porque después que cayó le siguieron pegando en el suelo, y después se dispersaron casi todos, pero algunos chicos que quedaban en el lugar reconocieron que se les había pasado la mano. Escuché cuando uno de ellos decía: ‘Oye, parece que la cagamos’, recuerda la mujer.
Finalmente, la mujer dijo que “espero que se haga justicia. Mis hijas estaban pasando por ahí y mi esposo ofuscado, obviamente si le habían pegado a su hija, sólo hizo lo que cualquier padre haría”.
Se dictaminó un plazo de 45 días para la investigación de este brutal acto, el cual tiene en coma inducido a la víctima e internada en el hospital a la hija de éste, quién ha presentado complicaciones en su embarazo de seis meses.
Finalizada la audiencia, la madre del menor estalló en llanto en los brazos de sus familiares frustrada por el veredicto que enviaba al centro de detención juvenil a su hijo de 17 años.