Una rápida explosión en sitios de internet y redes sociales tuvo la noticia dada a conocer en horas de la noche, dando cuenta de que el mayor buque factoría de la flota ballenera japonesa, Nisshin Maru, se encontraba a pocas horas de ingresar a las aguas territoriales de la Antártida Chilena. Los activistas de la agrupación Sea Shepherd denunciaron la presunta presencia del navío japonés, al que días atrás habían seguido y monitoreado, indicando que “se dirigía hacia el este a toda velocidad” y señalando que tan sólo hace tres días se encontraba a 1300 millas de la Patagonia.
A pesar de que no se ha confirmado el ingreso de la embarcación a territorio marítimo nacional, existe inquietud entre los ecologistas y ambientalistas nacionales, así como en las comunidades de internet, quienes ya han demostrado antes su preocupación por medio de campañas nacidas en las redes sociales.
De acuerdo a la información recabada por La Radio en Valparaíso, desde la última exploración aero-marítima realizada por la Armada el pasado 12 de febrero, no se ha detectado presencia de ningún barco factoría, asimismo no se ha recibido ninguna denuncia o aviso por parte de los navíos turísticos que recorren la zona antártica. Sin embargo y ante los antecedentes, la Armada ya se encuentra chequeando la información.
Es importante recordar que en Chile existe una de ley que protege a los cetáceos (Ley Nº 20.293), y que declara las aguas hasta las 200 millas marítimas de zona económica exclusiva libre de caza, incluyendo una serie de medidas de prohibición y aplicación de penalidades para quienes den muerte a las ballenas.
Sea Shepherd
Sea Shepherd es una organización que nació por un quiebre dentro de Greenpeace, al considerar que “la paz verde” era demasiado pasiva en su lucha para la protección de las ballenas.
Los activistas, que también tiene un reality show en Animal Planet, se encargan de sabotear a los balleneros japoneses que fueron autorizados por Tokio para cazar una cuota anual de ballenas en las aguas de la Antartida, supuestamente para estudiarlas con fines científicos.
La Comisión Ballenera Internacional ha condenado la caza que realizan estos barcos, sin embargo Japón históricamente ha hecho caso omiso.