“El compromiso lo asumimos con el biministro (Laurence) Golborne, porque fue él el que vino en última instancia a ser el interlocutor válido enviado por el Gobierno”, dijo ayer el dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y también vocero de la Asamblea Ciudadana de Magallanes (ACM), Dalivor Eterovic. En una clara alusión al distanciamiento que todavía siguen teniendo con la intendenta Liliana Kusanovic en torno a la discusión por el gas.
Aunque ya no con la postura confrontacional de principios del paro regional, los dirigentes ciudadanos cuestionan el rol de la primera autoridad de Magallanes en la instancia y, a su vez, le bajan el perfil, en el entendido que “si el Gobierno establece que es la intendenta que tiene que estar en la mesa y conformarla, nosotros lo vamos a respetar, pero queremos también tener la oportunidad de establecer a los nuestros, definir cuáles serán y cuántos”, dijo Eterovic.
Sin embargo, insisten en no legitimarla como puente entre la ciudadanía y el Gobierno debido al grave error que cometió al justificar al alza y conducirlos a levantar la paralización regional. “Con la intendenta lamentablemente nunca hubo acercamiento y por lo tanto llegamos a lo que llegamos”, añadió el líder del la CUT.
Lo justo sería, según concluyó, que “tengamos una representación ahí para que esto sea bipartito, en términos de que si tenemos que votar, tengamos una representación adecuada”.