Desde hace dos semanas el Centro de Alumnos del Liceo San José se está reuniendo en el establecimiento para trabajar en lo que serán las primeras actividades para sus compañeros y para dejar “a punto” el nuevo ornamento con que se encontrarán los estudiantes. Como es tradicional, los jóvenes, en su mayoría de cuarto medio, pintaron la insignia del liceo en el centro del patio, pero no sólo eso, porque quisieron dejar un sello y en un muro demostraron su talento escribiendo el nombre de su plantel de educación.
El presidente del Centro de Alumnos, Sebastián Fernández, bromeó con las diversas tareas que han estado realizando, manifestando que “entramos a trabajar antes que los profesores”, dijo con humor, destacando el apoyo de su docente asesor, Sergio Hernández, quien los ha guiado en las ideas que se les han ido ocurriendo.
“Los jóvenes están muy incentivados con su cargo y ha demostrado mucha iniciativa, lo que es bueno. Se nota un compromiso verdadero con el colegio y sus compañeros”, aseguró el docente.
Mientras pintaban, los jóvenes representantes también trabajaban en lo que será la visita a Isla Riesco, una iniciativa que quieren aprovechar, porque uno de sus lineamientos como Centro de Alumnos, es promover la actualidad entre los estudiantes, “que puedan estar informados y tengan opinión. Este es un tema que nos afecta y creemos que es bueno conocer ambas partes”, aseguró Fernández.
Hasta el momento cuentan con un cupo de 24 alumnos para asistir a Río Verde, cuya prioridad la tendrían los “ecologistas” del colegio, “porque ellos han demostrado mucho interés en el tema”, agregó el joven.
Asimismo, tendrán que participar del Congreso de Colegios Salesianos, que se efectúa todos los años y donde el San José siempre ha tenido una participación destacada, posicionándose entre los tres mejores centros de alumnos.
“Es un orgullo pero también un desafío”, reconoció el presidente, quien añadió convencido que “tenemos las ganas de ser un aporte ahora que tenemos estos cargos y hemos comenzado bien”.
Sin embargo, entre tanta actividad no se les puede olvidar que tiene que estudiar, de hecho, el establecimiento les exige mantener un buen rendimiento y comportamiento. “Es parte de los requisitos y deben cumplirlo”, enfatizó el profesor Hernández.
Para concluir el mes de buena forma y para dar la bienvenida a los estudiantes de la comuna, también se está organizando la primera fiesta del año, una oportunidad que involucra mucho trabajo, diversión pero, además, es una de las instancias más importante para reunir fondos con miras a las actividades del resto del año, por eso se toman el encuentro como una tarea seria que debe ser exitosa.
“Hemos avanzado mucho, aunque no quiero dar detalles. Pero estamos muy organizados para tener una buena fiesta”, aseveró Fernández.
Las jornadas de trabajo en el liceo, en pleno verano, han sido arduas, por eso todos los jóvenes agradecieron el apoyo del director, Juvenal Castro, quien les ha aportado con el almuerzo y otros “tentempiés” estas dos semanas.