
No obstante, hasta después de la medianoche de ayer estuvo reunido el COE en las oficinas de la Onemi regional, para seguir trabajando en el plan de evacuación de la población ante la alarma de tsunami que había decretado el Gobierno en las costas del litoral de Chile por el terremoto 9,1º Richter en Japón, y, asimismo, seguir recepcionando información de los organismos técnicos ante cualquier eventualidad que surgiera en el camino, para comunicarla con tiempo a la población.
Una reunión de la que se resolvió esperar hasta horas de la mañana con un procedimiento para evacuar a la comunidad puntarenense ya establecido, el cual detalló la primera autoridad regional, enfatizando que la población debía movilizarse con calma y caminando hacia los cerros, dejar los vehículos en los domicilios y llevar elementos mínimos, pues Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) estarían realizando rondas durante todo el período de evacuación.
Señaló, asimismo, que los hospitales mantendrían su funcionamiento normal, siendo sólo la Clínica Magallanes la que debería ser evacuada al nuevo Hospital Clínico de Magallanes, por encontrarse dentro del perímetro de área inundable.
De este modo y llamando siempre a la calma es que la intendenta Kusanovic explicó que se esperarían los hechos que se presentaran en Valparaíso, para definir las medidas que se llevarían a cabo a nivel local, en tanto se estaba desarrollando el proceso de traslado de la ciudadanía de Puerto Williams con normalidad y bajo control.
Así, pasadas las 9.00 horas se constituyó nuevamente la instancia, dada la suspensión de alarma de tsunami que informó el Gobierno para Punta Arenas, Puerto Williams y otras cuatro localidades más del país: Puerto Montt, Antártica, Bahía Paraíso y Puerto Chacabuco, luego que el SHOA descartara riesgos por efectos del mar, que se estabilizó en las últimas horas.
En términos prácticos, Kusanovic puntualizó que el levantamiento de la alarma para la zona implicaba que ya no se debían seguir las instrucciones dadas el día anterior y que, por ende, todo volvía a la normalidad.
Su conclusión de todo el proceso fue que “la lección que nos deja este operativo es un ejemplo de que debemos hacer las cosas bien, y tenemos el tema bien preparado, estamos con todas las instrucciones para seguir de buena manera en caso de una emergencia; esto nos ha servido de prueba, tenemos las condiciones en las ciudades para saber cómo evacuar y dónde evacuar”, reconociendo que “siempre hay cosas que mejorar, esto nos ha servido para agilizar el proceso, establecer claro cuáles son los comités, de qué forma operamos, quién tiene la información, pero la verdad estábamos bastante bien formados al respecto”.
Mareas
De acuerdo con la última información entregada por los entes técnicos a la Onemi, no hubo mayores alteraciones en el mar, por lo que no se registraron marejadas que representaran una amenaza para la comunidad.
Lo que sí, según informó la intendenta, la Gobernación Marítima comunicó que habría baja de marea a las 11.30 horas por causas naturales, para que la comunidad no se confundiera y alarmara de que pudiera tratarse de un recogimiento del mar.
Alerta y Alarma
Fueron los conceptos que más se repitieron de la boca de las autoridades en relación a la emergencia. Pero no significan lo mismo, ya que son dos sistemas distintos decretados dentro de igual contexto pero en situaciones diferentes. Alerta según la Onemi, es un estado de vigilancia y atención que activa al COE para el monitoreo del evento, en tanto la alarma va un nivel más allá, porque comunica a la comunidad el momento de evacuar hacia las zonas de mayor seguridad.
Evacuación
Según el informe de la Onemi los evacuados en Puerto Toro fueron 128 personas; en Puerto Edén, 129; en Isla Guarello, 23 y en Puerto Williams, 69, (desde Villa Ukika). En la Antártica suman 114 personas de la Base Eduardo Frei; 8 de la Base Gabriel González Videla; 5 de la Base Alemana, trasladadas hacia la Base Bernardo O´Higgins, y 7 de Bahía Paraíso al Sector Brown (Base Argentina).