
Continua su relato Barrientos: “Quede inmóvil, no supe cómo reaccionar, qué le puedes decir a alguien que te humilla de esa forma, fue indignante. Incluso una mujer que estaba esperando el estacionamiento que yo estaba liberando quedó mirándome incrédula”.
Posterior a ello, el denunciante habló con otro guardiayuda para preguntarle dónde podía ir a presentar un reclamo y ella lo derivó a las oficinas ubicadas en calle Waldo Seguel, lugar donde fue y conversó con un representante de la empresa y además plasmó su reclamo en el libro habilitado para estos efectos en el lugar.
Por su parte, Javier Fuentes, de la empresa administradora del cobro de estacionamientos de Punta Arenas señaló: “Tomamos conocimiento de esta situación, e inmediatamente concurrimos hasta el sector señalado por el denunciante. Nos entrevistamos con el guardiayuda aludido, quien indicó que todo se trató de un mal entendido, ya que mientras discutían el justo habría tosido, y esto el conductor lo habría interpretado como un escupo. Dice que nunca hizo eso”, señaló Fuentes.
Agregó que los trabajadores de la empresa están sometidos a mucho estrés al tener que lidiar a diario con muchos estados de ánimos de los choferes, lo que se presta para que se entablen discusiones entre los clientes y los trabajadores. Finalmente, indicó que “nosotros damos atención a todas las denuncias que se nos hacen llegar, pero es muy difícil poder comprobar lo que esta persona denuncia, pues no hay una constatación, como sería en el caso de una agresión, ya que ahí existiría un informe médico que respaldara la denuncia”.