
Originalmente el servicio de siquiatría contaba con 16 camas; actualmente tiene 24, con posibilidades de aumentar la cantidad, debido al mayor espacio o tamaño de las dependencias del primer piso del Edificio C del Hospital Clínico. Al respecto, el doctor Vukusic destacó la actual independencia de las instalaciones para jóvenes y adolescentes con consumo riesgoso de sustancias, de la Unidad de Desintoxicación (UDD), de las de los pacientes hospitalizados por trastornos de la personalidad, como bipolares, esquizofrénicos, depresivos o alcohólicos o con retardo mental (Unidad de Corta Estadía o UCE), pues ello permite una mejor calidad de la atención. Asimismo, el profesional agregó que los pacientes permanecen hospitalizados no más allá de 60 días, a excepción de aquellas personas que carecen de una red social o que no están en condiciones de irse a un hogar protegido.
En cuanto a la cantidad actual de usuarios de la Unidad de Siquiatría, Vukusic indicó que dicha cifra no puede calificarse de positiva o negativa, pues, insistió, se trata de un hospital de día, donde la metodología o modelo de atención de los pacientes reduce en un 80% la hospitalización. Algunos asisten sólo por algunas horas y otros pueden salir fuera del recinto, acompañados de un supervisor, por ejemplo. En este sentido, el facultativo destacó la existencia de la granja Miraflores, empresa social que otorga trabajo a pacientes siquiátricos, lo que los convierte en sujetos útiles para la sociedad y un aporte para sus familias. “Esto hace que la hospitalización se reduzca enormemente”, señaló Vukusic.
En lo que respecta a los pacientes de la UDD, que tiene una capacidad para albergar a nueve a diez adolescentes y jóvenes con problemas de drogadicción, actualmente atiende a tres pacientes.
Falta de comodidades
Frente a las críticas de algunos familiares de pacientes de la Unidad de Siquiatría del hospital regional, en cuanto a la falta de mobiliario y utensilios de aseo e higiene personal, como papel higiénico, la enfermera supervisora Johana Rodríguez Vera, reconoció que “por el momento no hay clóset en las piezas, pero ya se mandaron a confeccionar. Lo que pasa es que estuvimos mucho tiempo esperando este traslado y no quisimos seguir esperando. Por eso a los pacientes se les pidió que trajeran un bolso con candado para guardar sus pertenencias. Si seguíamos esperando que las comodidades estuviesen al cien por ciento, el traslado se iba a seguir dilatando y todavía estaríamos en el hospital antiguo, con las otras incomodidades que nos generaba: los traslados de la comida, ropa sucia, fármacos y recetas. Entonces, consideramos que era mejor apurar este traslado al nuevo hospital y sobre la marcha ver el tema de la falta de clóset”.
Respecto del segundo punto, la profesional señaló que son los mismos pacientes o sus familiares los que deben procurarles los utensilios básicos de aseo personal.